Algo más que deportes de nieve

Los más contumaces esquiadores se han consumido el pasado puente a la espera de las primeras nevadas. Posiblemente les hubiera resultado más productivo y gozoso dedicarse a otros divertimentos. La época es pródiga en ellos.

Ni tan siquiera hay que abandonar la idea de practicar algún deporte de invierno. Sólo descubrir que hay vida más allá del esquí. Por ejemplo, menos expuesto, más barato y apto para todas las edades resulta el emergente curling. Este deporte de origen escocés, una especie de petanca sobre hielo, no cesa de ganar adeptos en nuestras pistas. En Madrid, Jaca, Puigcerdà, Igualada, Vielha o Lliçà d’Amunt se encuentran los clubes punteros de la especialidad y se organizan  cursos de iniciación.

Y mientras el frío no se decide a consolidar sus avances, queda tiempo para seguir recogiendo setas. La presente temporada es una de las más munificentes que se recuerdan. La abundancia de lluvias ha propiciado que los bosques estén en febril ebullición. Un modo gratísimo de hacer ejercicio y de llenar nuestras cocinas con sinfonías de sabores. Asociaciones micológicas, charlas de introducción y páginas de Internet especializadas florecen por todas partes de modo análogo al objeto de sus desvelos.

Pero si el adviento está asociado a una afición en concreto, ésta es el pesebrismo. La recreación de escenas relacionadas con el nacimiento y vida de Jesús de Nazaret son una de las costumbres más vivas y arraigadas que ofrecen los días anteriores a Navidad. Asociaciones de belenistas exhiben sus trabajos, mientras ferias fantásticas como la de Sevilla o de Santa Llúcia en Barcelona proveen de todo lo necesario para empezar o profundizar en este arte. Y los más impacientes o amantes del realismo siempre tienen la oportunidad de acercarse a alguno de los nacimientos vivos que se representan en lugares como Arcos de la Frontera, Peralta, Sant Guim de la Plana o Fonollosa.

Son sólo algunas de las muchas alternativas que la temporada ofrece para los más inquietos y que pueden suponer no sólo ahorrarse forfaits y fijaciones, sino también alguna que otra magulladura.

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