Alabanza de la ruina

No es por ponerse impertinente, pero la vida no puede ser sólo placidez, confort y bienestar. Y menos aún los viajes, porque desfilar sólo por los lugares más bellos y atender únicamente el reclamo de los placeres significa perderse muchas experiencias y sensaciones y, lo que todavía es más importante, dejar de componerse una imagen real y completa del lugar que visitamos.

Por eso, desde esta sección del magazine siempre hemos querido contribuir a dar algunas ideas para conocer ese envés del mundo, esos otros ámbitos que pueden dilatar nuestra mirada y aportarnos un suplemento en cada uno de nuestros vagabundeos. O incluso, porque no, inspirarlo.

Y posiblemente pocas cosas sean tan reveladoras de una sociedad como lo que ésta va desechando, lo que deja precipitarse en la ruina y el olvido: sus ruinas.

Algunas ruinas tienen solera porque remiten a construcciones fabulosas del pasado y porque aún en un estado vestigial han resistido siglos. Esas son frecuentadas por masas de turistas con todo merecimiento. Los casos de la Acrópolis de Atenas, de Pompeya o del templo egipcio de Karnak son preclaros ejemplos de ello. Pero no nos referimos aquí a ese tipo de ruinas, sino a otras más modestas y escondidas, y que acaso por ello podamos hacer más nuestras cuando vayamos a su encuentro. Viejas minas abandonadas, balnearios de aguas estancadas y pasadizos derruidos, industrias que cerraron sus puertas, estaciones cuyo último tren silbó por sus andenes hace ya mucho tiempo e incluso pueblos enteros que languidecieron hasta que se fue su postrero habitante.

La poética de la ruina, que tanto sedujera a los escritores románticos, el conocimiento físico de lo que fue tragado por el tiempo y las circunstancias, el aire fantasmagórico y evocador que suele planear sobre estos espacios y su potencial fotogénico son algunos motivos para emprender la peregrinación hacia esas zonas de sombra.

Y como no, en Internet los aficionados a estos ocios han encontrado un espléndido lugar de reunión y divulgación de sus exploraciones.

Abandonalia es un blog que ilustra con abundante material fotográfico y buenos textos ese patrimonio tan a menudo condenado a la desaparición. En la misma línea habría que recomendar Los Lugares Olvidados, que entre sus últimas entradas incluye impresionantes paseos por la Colonia Infantil General Varela en la provincia de Palencia o por el Monasterio de Guisando. Otras deliciosas bitácoras que también nos sumergen en el universo de lo derrelicto son Abandoned Places, Opuszczone que se adentra en regiones sombrías de Polonia, Forbidden places, una base de datos para arqueólogos urbanos de todo el mundo, Derelict London acerca de la capital inglesa o incluso sites como Detroityes, que explora el decadente patrimonio industrial de la que fuera capital mundial del automóvil.

Entra en cualquiera de ellas y descubrirás un mundo que tal vez no podías ni imaginar cuán extenso era.

Comentarios

Deja un comentario