El arte de hacerse el ”sueco”

La telefonía móvil y los teléfonos que tienen identificador de llamadas ha animado el arte de ignorar llamadas poco apetecibles para uno en según qué momentos y que, probablemente luego, disfracemos con cualquier excusa. El móvil se ha convertido en una herramienta para organizar nuestra vida pero también, en cierto modo, de controlarla o de que nos la controlen.

Samsung, con motivo del lanzamiento de su terminal táctil Omnia, ha realizado un sondeo para conocer el uso que hacemos del móvil. Según este sondeo llevado a cabo entre 5000 usuarios de móviles, somos pocos los que ignoramos una llamada del jefe, sin embargo, hasta un 25% asegura hacerlo cuando se trata de un amigo o familiar.

Y es que parece ser que las llamadas y comunicación fuera del horario laboral con jefes y compañeros es más habitual de lo que pensamos. Así, un 17% de los trabajadores encuestados en España (1.000 personas) afirma haber recibido alguna vez una llamada de trabajo fuera del horario laboral, y un 16% ha enviado un correo electrónico o haber hablado con un compañero de trabajo mientras se encontraban en la bañera, en la cama o incluso en el baño.

Un 60% de los españoles nos valemos de este aparato tecnológico para organizarnos la vida hasta incluso condicionárnosla (¿Cuántos no hemos sentido la pérdida del móvil como una catástrofe?). Entre las prestaciones que dan este tipo de teléfonos, las más valoradas generalmente son las cámaras fotográficas de alta calidad, el acceso a Internet –por tanto, al correo electrónico en todo momento y lugar- y la memoria para almacenar archivos. En definitiva, aquellas que nos permiten llevar “a mano” en cada momento todo lo que podamos de nuestra vida.

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