Los abuelos jugamos un papel importantísimo en el crecimiento y desarrollo de nuestros nietos. Además, entre ellos y nosotros se produce un intercambio en el que ambas partes ganamos. Los más pequeños de la casa nos aportan esa dosis de energía que en ocasiones nos falta, y nos hacen estar al día de lo último en juguetes o tecnología. Nosotros les enriquecemos con nuestra experiencia y la sabiduría que solo da el paso de los años.
Pero la crisis, la cantidad de horas que nuestros hijos tienen que dedicar a sus puestos de trabajo y el hecho de que nosotros siempre estamos encantados de cuidar de nuestros retoños hacen que muchas veces abarquemos más de lo que podemos o debemos.
En la actualidad, el 50% de los mayores cuidamos de nuestros nietos a diario y 1 de cada 4 lo hacen al menos 7 horas al día, un gran esfuerzo para nuestro organismo que a veces puede resentirse y derivar en otros problemas de salud.
Para mantenernos activos y con unos buenos hábitos de vida saludable debemos tener en cuenta estos 3 consejos básicos:
- Comer sano y hacer 5 comidas al día. Una buena y equilibrada alimentación es la mejor aliada para que nuestro organismo esté sano y no tenga demasiados achaques. También es importante mantenernos hidratados y beber varios vasos de agua al día, infusiones, zumos, etc.
- Dormir bien y las horas adecuadas. Lo ideal para descansar completamente es dormir 8 horas al día. Tampoco es bueno pasar demasiado tiempo en la cama.
- Hacer ejercicio. Natación, yoga, pilates, salir a pasear… el caso es no quedarnos estancados sin hacer nada o pasar las tardes viendo la tele en el sofá. Movernos nos vendrá bien, sólo hay que buscar lo que más se adapte a nosotros.
Cuidar de nuestros nietos suele resultar placentero y enriquecedor, pero debemos hacerlo con cabeza y sabiendo que los años no perdonan. El exceso de actividad puede aumentar nuestro estrés, por eso es importante saber pedir ayuda e incluso delegar algunas funciones a los más jóvenes de la casa, así disfrutaremos más de nuestros nietos y ayudaremos mejor a nuestros hijos.
