Es evidente que una buena relación entre los abuelos y sus nietos es más que beneficiosa para ambas partes.
El hecho de poder disfrutar de las ocurrencias de los niños sin tener la responsabilidad de sus padres, hace que todo fluya mucho mejor y que se eliminen muchas de las tensiones habituales que se generan entre los hijos y sus progenitores.
Según una investigación realizada por el Women´s Healthy Aging Project, las mujeres que cuidan de sus nietos al menos una vez a la semana tienen menos probabilidades de padecer demencia o Alzheimer.
Pero este no es el único estudio que ofrece datos positivos sobre esta relación, otro realizado por el Boston College demuestra que los abuelos cercanos a sus nietos disminuyen las posibilidades de sufrir depresión.
Para los más pequeños de la casa, compartir tiempo con sus abuelos también es muy beneficioso, tienen menos problemas emocionales y de comportamiento y reciben muchas enseñanzas que les acompañarán el resto de sus vidas, a cambio, ellos nos aportan mucha alegría y ganas de vivir.