Abuelos y nietos juntos también en verano

Llega el fin de curso y, ¡tachán! otra vez los abuelos acuden como un chaleco salvavidas para ayudar a los padres que, ante la imposibilidad conciliar, recurren a ellos. De hecho, según datos del Ministerio de Trabajo, se calcula que el 36% de los abuelos cuidan diariamente de sus nietos, una cifra que aumenta hasta el 53% con la llegada del verano. Sabemos que la unión entre abuelos y nietos es buena siempre y hemos escrito sobre esto en anteriores ocasiones. Ambos se complementan y se enriquecen, porque los más pequeños nos regalan su optimismo y sus ganas de hacer cosas y de aprender, y nosotros les aportamos amor, experiencia y valores.

Y en verano no es diferente. La mayor parte de los padres tiene, con suerte, un mes completo de vacaciones pero, ¿qué hacen con los niños los otros casi dos meses de vacaciones escolares? Los campamentos, las escuelas estivales y los cursos o actividades que programan los colegios para esta época son una opción, pero en la mayoría de los casos cuestan dinero y solo les resuelven el problema durante unas horas. Por eso a los abuelos nos toca arrimar el hombro también en verano.

Afortunadamente, los abuelos de ahora somos mucho más activos y se nos ocurren multitud de cosas que podemos hacer con nuestros nietos para que se entretengan, todo depende de su edad. Cuanto más mayores, más autonomía tienen, sin embargo a los pequeños, a veces resulta complicado distraerles.

Si tenemos la suerte de contar con una piscina o una casa en la playa, el día se hace mucho más llevadero. Los pequeños pueden jugar con otros niños de su misma edad o distraerse solitos con el agua o la arena de la playa. Eso sí, en estos lugares toda atención es poca, las ocurrencias de los más pequeños son infinitas y nos pueden dar más de un disgusto. Es importante que llevemos siempre una botella o un biberón con agua para evitar que se deshidraten, además de una sombrilla. Las cremas protectoras, varios bañadores de repuesto y una toalla también deben estar siempre en nuestra bolsa de playa o piscina y si además contamos con un cubo, una pala y un rastrillo, la diversión está asegurada.

Si estamos en la ciudad, siempre podemos recurrir a los dibujos de la tele, las aplicaciones infantiles de la tablet, los cuadernos para colorear o si son un poco más mayores podemos hacer manualidades con ellos (Pincha en este enlace y te contamos algunas manualidades divertidas para hacer con nuestros nietos)

Y si se nos dan bien las nuevas tecnologías, otra opción es buscar actividades infantiles, al aire libre o cubiertas, cercanas al lugar en el que nos encontramos (playa, montaña o ciudad). En verano, sobre todo, existen muchos juegos, teatros y aulas especialmente pensadas para los niños, es solo una cuestión de buscar… o de preguntar.

Si no siempre podemos contarles alguna de nuestras historias de ”abuelo cebolleta” que les harán reír a carcajadas ¡ya se nos ocurrirá algo!

Y tú, ¿qué haces en vacaciones con tus nietos?

Foto: Shutterstock

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