Aunque muchos no entiendan el sentido que tiene nombrar a una localidad Patrimonio de la Humanidad, supone una garantía de protección a muchos años de Historia y cultura condensado en esos rincones del mundo. El origen de este reconocimiento se remonta a 1960, cuando, a toda velocidad, se construía la presa de Asuan en Egipto. Este gigantesco proyecto arquitectónico amenazaba la conservación de los impresionantes monumentos de Nubia.
El entonces director general de la UNESCO, René Maheu, alertó de la situación a toda la comunidad internacional, recibiendo una contundente respuesta: nació el concepto de ciudad Patrimonio de la Humanidad, para proteger aquellos lugares que por su valor histórico y artístico mereciesen esa atención.
Desde ese momento hasta ahora hay más de mil zonas del mundo protegidas bajo este reconocimiento por su valor cultural o natural. España es, precisamente, el país del mundo que cuenta con más ciudades nombradas Patrimonio de la Humanidad: Ávila, Cáceres, Salamanca, Ibiza, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Toledo, Córdoba, Alcalá de Henares, Tarragona, Cuenca y Mérida.
Ávila, la ciudad más alta de la geografía española, recoge entre sus murallas historias de guerreros y de santos en un paisaje único en el que se mezclan armónicamente urbe y naturaleza. En la histórica ciudad de Miguel de Cervantes, Alcalá de Henares, el visitante conocerá un lugar que rebosa nobleza e intelectualidad en cada uno de sus rincones: en la Universidad, en los múltiples conventos y monasterios, museos, colegios mayores (lugar de residencia de muchos de nuestros literatos),…
Cáceres, por su parte, destaca por la cantidad de monumentos que la componen y su situación geográfica que la convierte en un especial lugar de encuentro de culturas como la árabe, romana, judía y leonesa. Los restos más significativos del antiguo Al-Andalus se encuentran en Córdoba, y su máxima expresión se encuentra en la Mezquita, la casa palacio de Medina Azahara, la judería,…
Si Córdoba nos recuerda el esplendor árabe en la Península, Mérida (Augusta Emerita) lo hace del imperio romano con su teatro y templos, conservados perfectamente. En Salamanca, ciudad universitaria por excelencia, descubre dentro de su imagen histórica un ambiente cosmopolita y moderno.
En nuestro recorrido por las ciudades Patrimonio de la Humanidad españolas aún nos quedarían por visitar: San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Cuenca, Tarragona, Toledo e Ibiza.
