¿Un estado transparente?

¿Nos parecen corruptos nuestros funcionarios? ¿Creemos que los cohechos, pagos irregulares de comisiones, nepotismos y componendas públicas están a la orden del día? Ese estado de opinión es el que trata de aprehender la ONG Transparencia Internacional, que la pasada semana presentó su informe en España. El resultado: una nota de 6,7 (en una escala en la que 1 representa la sensación de máxima corrupción y 10 la de menor) que supone la vigesimoquinta posición del mundo, aunque también un puesto discreto en el ránking europeo.

En este estudio se recaba el parecer de empresarios y analistas, que valoran el discurrir de los asuntos públicos y de quienes los atienden. Y aunque nos encontremos en el pelotón de cabeza, estamos ciertamente lejos de Nueva Zelanda, que con un 9,4 encabeza la lista y de Dinamarca, Finlandia o Suecia, que son los mejores del viejo continente. Además, hemos bajado nuestra puntuación de 7,1 obtenida en 2004, pasando a empatar así con Uruguay en la tabla.

Uno de los principales motivos de este retroceso se hallaría en el boom urbanístico que en los últimos años ha supuesto un crecimiento de comisiones encubiertas y comportamientos dudosos en muchos ayuntamientos. Pero la desaceleración inmobiliaria y un control más estrecho de los planes urbanísticos como el que ya hoy auspician los consistorios podría ayudarnos a recobrar fuelle.

En la deprimente cola del informe se agrupan algunos de los países más pobres del mundo que consolidan la impresión de que pobreza, conflictos armados y corrupción suelen ir unidas: Haití, Irak, Somalia y Myanmar se sitúan con muy deficientes índices por debajo del 1,4. No obstante, los responsables de la organización también hacen hincapié en el papel que las multinacionales occidentales juegan como instigadoras de la corrupción en el tercer mundo. Son una de las principales fuente de sobornos y compras de voluntades en países subdesarrollados, lo que mina la legitimidad a las críticas que desde el primer mundo puedan hacerse al pésimo desempeño de la gestión estatal en los lugares mencionados.

Comentarios

Deja un comentario