Trabajo, paro y jubilación

Desde el primer día de este 2013 ha entrado en vigor la reforma del sistema de pensiones aprobada en 2011 que retrasa la edad de jubilación a los 67 años, incrementa el número de años cotizados necesarios para cobrar la pensión íntegra y amplía el periodo de cálculo para fijar la cuantía que se recibirá. Unos cambios que se harán de manera progresiva, con una fase transitoria entre 2013 y 2027, fecha en la que se completará la reforma.

La reforma desde luego complica la situación de los mayores (los de estos momentos y los de años venideros), a lo que se une el hecho de que la elevada tasa del paro afecta también profundamente a los profesionales de mayor edad, de forma que de los 5,75 millones de desempleados en España, un millón tienen más de 50 años.

Cuando corrían mejores tiempos en lo que a economía se refiere, no era extraño encontrar cómo el despido de las empresas de sus empleados mayores se maquillaba a modo de prejubilaciones (a los 53 años e incluso a los 50) que permitían contar con unos ingresos asegurados hasta el retiro oficial. Sin embargo esta situación hoy por hoy ya es muy limitada y nada ventajosa. En un principio la reforma endurecería las condiciones de las jubilaciones anticipadas, fijándolas en 61 años, si es forzosa y en 63 años si es voluntaria, aumentando de este modo al mismo ritmo que la edad normal de jubilación, respetando, eso sí, los acuerdos ya establecidos por muchas empresas en la actualidad, por expedientes de regulación de empleo. El propósito es no dar más ventajas a que las empresas apuesten por que muchos de sus trabajadores se sigan jubilando a los 61 años. Por el momento estas medidas relativas a las prejubilaciones el Gobierno las ha en suspenso durante tres meses, a la espera de llegar a un consenso sobre su aplicación.

Situándonos en el presente, quienes quieran jubilarse este año deberán haber cumplido 65 años y un mes para acceder a la pensión de jubilación y en 2014 habrá que tener 65 años y dos meses. Este incremento deberá continuar a razón de dos meses cada año hasta llegar a 2027. En cualquier caso, está previsto que todavía puedan jubilarse a los 65 años con la pensión íntegra las personas que hayan completado una determinada cotización. Este año podrán jubilarse quienes a lo largo de su vida laboral hayan cotizado durante al menos 35 años y tres meses y en 2014 serán necesarios 35 años y medio. Por cada ejercicio se incrementa la necesidad de haber cotizado en tres meses hasta llegar a 2027, cuando quien desee retirarse a los 65 años con 100% de la base reguladora, deberá contar con una cotización de, al menos, 38 años y medio.

Sirva como aliento medidas como las de la empresa Adecco, que estas navidades ha lanzado una campaña para promover la contratación laboral de personas mayores. A través de la página ‘www.cronicasdesantaclaus.com‘, se presenta la historia real de recolocación de un trabajador mayor después de mostrar a un Santa Claus que ha de ser contratado por los Reyes Magos. Además, otro vídeo ofrece consejos sobre el modo en el que las empresas deberían llevar a cabo una integración empresarial exitosa.

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