Los abuelos son el pilar de la familia. Siempre están dispuestos a arrimar el hombro cuando se les necesita y aportan estabilidad, amor y sabiduría a sus hijos y nietos. Nadie como ellos valora el esfuerzo de los demás porque saben bien lo que cuesta conseguir las cosas y sólo los abuelos nos protegen y miman con la generosidad y la ternura más exquisita.
Pero como en todo en la vida, hay muchos tipos de abuelos y todos son igual de buenos para sus nietos, lo que es seguro es que todos ellos tiene algo en común con los demás: el amor incondicional hacia los más pequeños de la casa y su enorme generosidad. Repasamos algunos, a ver si te identificas con ellos:
- Los clásicos: son esos abuelos ”de toda la vida”, tradicionales, que les gustan las costumbres de antes, que visten de forma clásica y que cuidan y protegen a su prole como si les fuera la vida en ello. Son esos que ayudan a sus hijos en el cuidado de sus nietos y que tratan de educarles, en la medida de lo posible, de la mejor manera que saben y pueden, pero que también consienten cuando toca hacerlo. Son el equilibrio perfecto.
- Los modernos: son esos abuelos de ahora, que ejercen de amigos y confidentes, que aconsejan, que ayudan y entienden todas las opciones, que son capaces de ponerse en todas las situaciones y en todas las mentalidades y que hacen de intermediarios con sus hijos para que éstos no castiguen a sus nietos o les dejen hacer aquello que les apetece en ese momento. Se caracterizan porque su forma de vestir es mucho más jovial, aparentan menos años de los que realmente tienen y se identifican más con generaciones más jóvenes.
- Los sabios: son esos abuelos que saben absolutamente de todo: de geografía, de historia, de matemáticas, de literatura… pero que además, vas con ellos por la calle y te cuentan la historia de un edificio, vas a un museo y reconocen todos los cuadros, vas al teatro y ya vieron esa obra 30 años antes y lo que es más complicado no son arrogantes ni fanfarrones al contarlo sino que te enseñan con la dulzura y el cariño que sólo un abuelo tiene.
- Los deportistas: son los abuelos que están en forma, que son activos y dinámicos y que juegan al fútbol, al tenis y al baloncesto con los más pequeños de la casa, nadan y dan grandes paseos para ir a recoger a sus nietos al colegio. Llevan ropa deportiva, utilizan zapatillas cómodas y son la envidia de otros abuelos que están menos entrenados.
- Los divertidos: son esos abuelos que no paran de gastar bromas, que se ríen de todo, empezando por ellos mismos, que son optimistas y siempre ven el lado positivo de la vida, que sacan lo mejor de sus nietos incluso cuando éstos están tristes o han tenido un mal día en el colegio.
- Los culturetas: son los abuelos que leen mucho, que no hablan por hablar sino que están informados, que visitan museos y exposiciones, que les gusta ir al cine y al teatro, y que comparten lo que saben con los más pequeños de una manera muy didáctica y amena. Los niños suelen quedarse embelesados con este tipo de abuelos, porque nadie cuenta los cuentos por las noches como ellos.
- Los viajeros: son esos abuelos que se lo saben todo de todas las ciudades del mundo, su historia, sus costumbres, su gastronomía, los monumentos importantes de cada sitio. Han viajado mucho y siguen activos para seguir haciéndolo pero ahora prefieren compartir sus viajes con sus hijos y nietos. Son un libro abierto y el mejor guía posible.
- Los amantes de la naturaleza y los animales: algunos de estos abuelos viven en el campo y tienen su propia granja familiar, otros viven en la ciudad pero disfrutan cada vez que pueden de la naturaleza, el aire libre y los animales. A los niños les encanta visitarles porque aprenden muchísimas cosas, empezando por el respeto a unos y otros. A esto se suma que suelen tener animales de compañía (un perro o un gato) y no hay mejor amigo para un niño que una mascota cuando es pequeño y si encima en su casa no le dejan tenerlo, más aún.
- Los urbanitas: son esos abuelos que se mueven como pez en el agua en las grandes ciudades, suben en metro, van en autobús, conducen, se saben de memoria el nombre de todas las calles, trabajan en oficinas, bancos, comercios, panaderías… y saben organizar el mejor plan de fin de semana para que los más pequeños de la casa no se aburran, incluso les llevan a comer fuera de casa.
- Los chef: son esos abuelos que cocinan como los ángeles, da igual que les pidas una sopa que un postre, todo en su casa sabe a gloria. Además, saben cuál es la comida favorita de cada miembro de la familia y la preparan con todo el cariño del mundo cuando saben que van a tener visita. Hay algunos que, incluso, enseñan a sus nietos algunas de las recetas (las más sencillas, ¡claro!) y aprenden a hacerlas ellos mismos.