Prevenir el maltrato

En una sociedad cada vez más deshumanizada y más individualista en la que parece predominar la ley de ‘que cada cual se las apañe como pueda’, los individuos más dependientes corren un lato riesgo de sufrir malos tratos. En los últimos años es la violencia de género la que está acaparando los titulares de los medios de comunicación y el interés de las administraciones y organizaciones. Sin embargo mucho más desapercibido está pasando un fenómeno como es el maltrato a los mayores, a pesare de que se calcula que en España lo sufren unos 300.000 ancianos (un 5% de esta población) según los datos aportados por la SemFYC (Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria).

El progresivo envejecimiento de la población, con su consecuente aumento de patologías  y por tanto de dependencia y mayor necesidad de cuidados, va contribuir a que este problema aumente aún más en los próximos años. Conviene aclarar que el concepto de maltrato incluye el abuso físico (25% de los casos), psíquico (30%), sexual y económico (30%), aunque el más frecuente es el maltrato por negligencia (49%), es decir, el provocado por fallos o por omisión en los cuidados que requiere el mayor. Para evitar una situación de maltrato antes de que se produzca, es preciso conocer los factores de riesgo que presentan tanto el potencial maltratador como el futuro maltratado. En primer lugar, a mayor dependencia del mayor, mayor riesgo de convertirse en maltratado. Además, existen otros factores como la existencia de antecedentes de maltrato en la familia o el aislamiento social tanto del cuidador como del mayor. En cualquier caso, según los expertos, el maltrato en el anciano nada tiene que ver con el maltrato de género. De hecho, En más de la mitad de los casos, los maltratadores son los hijos y en torno al 10% de las ocasiones están implicados los cónyuges. Además, el abuso al mayor lo realiza casi siempre una mujer y sucede sobre todo porque hay un cansancio por parte del cuidador. Casos en los que los cuidadores que dedican las todo el día a atender a estos pacientes, sin relaciones sociales ni desarrollo laboral posible, son los que tienen más riesgo, en un momento dado, de caer en el abuso de drogas y ansiolíticos y acabar maltratando a la persona que precisamente más quieren y a la que están dedicando su vida. Por este motivo es muy importante que los cuidadores informales cuenten con todas las ayudas y apoyo posibles.

Uno de los principales implicados en la prevención y detección de este maltrato a los mayores debe ser el colectivo de los médicos de Atención Primaria (médicos de familia), por su contacto con un gran número de ancianos y de sus cuidadore y por tanto con una mayor oportunidad de detectar algunos de los signos de alerta. En los casos de negligencias, los signos más frecuentes son el descuido, la falta de aseo (sobre todo en contraste con el cuidador o su entorno), desnutrición o ropa inadecuada. En el maltrato físico, los profesionales deben sospechar de las contusiones en las muñecas y hombros, de hematomas periabdominales, quemaduras, e incluso caídas de repetición y fracturas múltiples. Cuando el abuso es de carácter psicológico, los mayores manifiestan sus miedos y temores con confusión, llanto injustificado o en forma de depresiones que no acaban de serlo.

También las administraciones públicas deben tomar conciencia del problema del maltrato a mayores y desarrollen políticas de prevención, detección y tratamiento específicas. En este sentido puede valer de ejemplo las acciones que el Partido Popular del Ayuntamiento de Barcelona está llevando a cabo. Esta formación, presidida por Alberto Fernández, ha presentado al Plenario municipal una Declaración Institucional para luchar contra el maltrato a la personas mayores. Una Declaración Institucional con la que se pretende de hacer visible este problema social y combatirlo con medidas como:

  • Potenciar el conocimiento sobre este fenómeno con el fin de disponer de información precisa que permita constatar cuál es la situación actual de los casos de maltrato a las personas mayores en Barcelona articulando los servicios y recursos más adecuados.
  • Mejorar los protocolos de detección existentes en este ámbito fortaleciendo la coordinación entre los profesionales de los diferentes servicios implicados.
  • Estudiar las posibles vías de colaboración con el Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona que permitan ofrecer un servicio de atención jurídico especializado a las personas mayores víctimas de maltrato.

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