Practiquemos la risoterapia

La risa de un niño levanta el ánimo y enternece a cualquiera, pero pocas carcajadas habrá más contagiosas que las de este pequeño…

Y qué hay del empeño de este otro bebé en comerse un limón, si parece que no le gusta…

A ninguno nos gusta que nos asusten, sin embargo, es imposible no reír cuando vemos la cara de otros al pegarse un gran e inocente susto…

Otro tipo de bromas, aunque nos dejen en un principio con la boca abierta, terminan por divertirnos mucho más que si nos asustasen.¿Cómo reaccionarías tú si al mirarte en un espejo tu imagen no se reflejara?

Comentarios

Deja un comentario