Parece ser que el frío característico del invierno ha decidido hacer su aparición casi finalizando el mes de enero. El sábado, según las previsiones meteorológicas, podría ser el último de los extraños días primaverales que hemos estado viviendo.
Las inusuales temperaturas de los últimos meses, según ha explicado el portavoz del Instituto de Meteorología, Ángel Rivera, son consecuencia del cambio climático. Como ejemplo, las temperaturas que alcanzaron algunas provincias en el día de ayer: Bilbao (20 grados), Santander (19), San Sebastián (19), Pamplona (16), Ávila (12) o Valencia y Murcia (21 grados).
Sin embargo, esta anómala situación llegará a su fin este fin de semana cuando entrará una fuerte borrasca típica del invierno. Los efectos de esta borrasca, procedente de las islas británicas, se prolongarán durante toda la semana, provocando un descenso generalizado de las temperaturas acompañado de fuertes rachas de viento, que aumentarán la sensación de frío, y precipitaciones en muchos puntos de la mitad norte de la Península.
En las zonas montañosas esas precipitaciones caerán en forma de nieve, para alegría de todos, ya que, como ha dicho Rivera, esto supondrá de cara a la primavera y el verano una reserva de agua en las cumbres.
“Estamos viendo ya muchos episodios y datos concretos que nos inclinan a pensar que el cambio climático está en marcha“, ha advertido el portavoz del INM. En este sentido, ha añadido que las temperaturas de enero continúan la pauta del pasado año, el más cálido de las últimas décadas y con datos “históricos” como los registrados en Madrid, donde la temperatura media fue la más alta desde el siglo XIX.
Por tanto, no confiemos mucho en el tiempo y abriguémonos bien estos días.
