Nuevos James Bond

Son los espías del futuro, amenazan con acabar con un puesto de trabajo tan atractivo como el de agente secreto, inspiración de novelas y películas y sueño de muchos niños. Puede que en unos años los nuevos James Bond tengan forma de polilla y libélulas.

La Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA) de Estados Unidos llevan unos años investigando la posibilidad de, a través de unos chips de silicio instalados en el sistema nervioso de las larvas de insectos, utilizarlos como espías. Una vez crecen las polillas y libélulas, objeto de estos experimentos, se les incluye una microcámara y se les dirige por control remoto.

Aún no es una realidad, pero no queda mucho para serlo. De momento, esta Agencia ha conseguido criar a los insectos con el chip aunque lo más difícil está siendo lograr controlar sus movimientos, al fin y al cabo son seres vivos con movilidad propia. El objetivo, por tanto, es crear insectos robot –lo contrario ya existe, es decir, robots con apariencia de animales- que cumplan las órdenes que se les transmiten a sus músculos y sistema nervioso.

Nada es imposible, DARPA ya creó en la década de los 60 lo que hoy es Internet, por ello no ve tan difícil la posibilidad de aprovechar la metamorfosis de los insectos para manipular su sistema nervioso y músculos insertando equipos electrónicos. El funcionamiento básico de estos equipos es jugar con las luces, ya que estos insectos se mueven atraídos por ésta.

Por otra parte, para llevar a cabo estos experimentos es necesario un presumible desarrollo de la nanotecnología hasta límites a los que aún no se creía haber llegado. Éste es el futuro, en unos años, habrá que estar alerta por si nos ronda una mosca, una abeja o una libélula, no se sabe cuáles pueden ser sus intenciones.

Comentarios

Deja un comentario