A pesar de la epidemia de obesidad, las enfermedades cardiovasculares y de patologías como el cáncer, la esperanza de vida en Europa sigue aumentando, al menos es lo que se desprende de un editorial del Dr. David Leon, de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres que se publica en el International Journal of Epidemiology en el que se analizan las tendencias de los últimos 40 años.
En este vaticinio sobre el envejecimiento de la población coincide la Unión Europea, que ha dado a conocer el Tercer Informe sobre Demografía realizado por la Comisión Europea y la Oficina Europea de Estadísticas (Eurostat) en el que se estima que en 2050 España será uno de los países de la UE con una población más envejecida. Por cada 10 personas en edad de trabajar habrá 6 jubilados, lo que supondrá un aumento de la tasa de dependencia hasta el 58,7% (frente al 24,3% registrado en 2009), veinte puntos por encima de la media comunitaria (38%). Según el estudio de la comisión, únicamente Italia y Eslovenia registrarán mayores tasas de dependencia de los jubilados.
En la actualidad las mujeres españolas son las que viven más años de toda la UE (84,9 años, frente a 82,4 de media) y los hombres superan también el promedio comunitario (78,7 años frente a 76,4), y se calcula que en los próximos cuarenta años la esperanza de vida llegue hasta 88,6 y 83,7, respectivamente. Una de las consecuencias de esta mayor esperanza de vida es que el gasto en pensiones aumentará hasta alcanzar en 2060 el 15,1% del PIB (en 2009 fue del 10,4%), situándose por encima de la media de la UE, que estará en el 12,6%.También crecerá el gasto sanitario al 7,2%, que en el 2009 era del 6,8%. Este crecimiento de la población más mayor es generalizada en todo el mundo. Así, en Estados Unidos se calcula que los 69,6 millones de mayores que hay en la actualidad, aumentarán un 11% para el año 2015.
Pero como a todo se le puede sacar una parte positiva, hay que decir que el sector de los mayores también puede ser un generador de riqueza. Sirva de ejemplo el caso de China, cuyas autoridades han anunciado que se acogerá con agrado la participación de inversores extranjeros en los programas nacionales destinados al apoyo de la tercera edad, dada la creciente demanda de servicios para los mayores generada por el envejecimiento rápido de su población.
