La mágica noche de San Juan

El 23 de junio a las 12 comienza la noche más corta del año. Un momento cargado de energía en el que confluyen lo divino y lo pagano, la religión y la superstición, las creencias y los festejos.

En el santoral católico se celebra San Juan Bautista, pero la coincidencia de esta fecha con la llegada del solsticio de verano hace de esta noche un momento cargado de magia y misterio.

Son muchos los pueblos y ciudades que se suman a este día grande en el que las hogueras son las protagonistas. Hay quien dice que con ellas, se queman las cosas malas de nuestras vidas y abrimos la puerta a lo bueno.

El fuego simboliza la protección, por eso, aquellos que se atreven a saltar por encima de las llamas, dejan atrás aquello que les preocupa. Otros piden deseos con la esperanza de que el santo (para los más creyentes) o la magia (para los que no lo son tanto) los cumplan, y algunos escriben en un papel lo que no quieren que se repita y lo echan al fuego.

El agua cobra también una especial importancia en la noche de San Juan ya que se relaciona con la salud, por lo que son muchos los que no pierden la oportunidad de bañarse a eso de la media noche en el mar con el fin de purificarse. Para los que creen en las energías, este es un momento único en el año y no volverá a repetirse hasta 365 días después.

Fe o superstición, el caso es que el buen ambiente, la fiesta y la diversión están aseguradas y, si encima, se cumplen nuestros deseos ¿qué más podemos pedir?

Foto: Google Imágenes

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