Iris Apfel es un buen ejemplo de que la edad no está reñida con sentirse joven, activa ni mucho menos con seguir trabajando en lo que nos apasiona. Su extravagante estilo está definido por su actitud ante la vida, sus labios siempre pintados de rojo y sus canas perfectamente peinadas.
Ella es claramente una mujer que rompe estereotipos y es que a esta conocida decoradora y diseñadora de gafas, bolsos y zapatos, la fama internacional le llegó ya cumplidos los 84, cuando el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York decidió exponer los cerca de 100 maravillosos trajes que esta excéntrica dama de la costura consiguió adquirir a precios irrisorios tras recorrer durante años las pasarelas de medio mundo buscando aquellas cosas de las que las grandes firmas como Dior, Nina Ricci o Lanvin querían deshacerse.
Pero su fama no fue una casualidad, Iris siempre fue una mujer transgresora y dispuesta a cambiar los cánones de belleza establecidos. Hoy es más que tendencia combinar ropa de importantes firmas con otra de segunda mano o de mercadillo, pero ella ya había conseguido crear su propio estilo cuando aún era una niña de once años haciendo precisamente esto. Más tarde, y confiando en su buen gusto abrió junto a su marido una exquisita tienda (Old World Weavers) en la que eran clientas habituales nada menos que Greta Garbo o Estée Lauder y que contaba con productos basados en su personal estilo.
Hoy, Iris es más que un icono de la moda por su fuerza y sus ganas de seguir dando que hablar tras más de 70 años trabajando duro, pero no se olvida de su gran pasión, los interiores, algo que la ha llevado a decorar la mismísima Casa Blanca a nada menos que nueve Presidentes de los Estados Unidos. Un ejemplo más de que su edad es más que una ventaja para asesorar incluso a los hombres más poderoso del mundo.
Lo que está claro es que Iris Apfel pisa fuerte y sabe lo que hace. Su mente es ágil y sus 91 años lejos de pesarle como una losa no hacen más que abrirle puertas. Ella todavía se sorprende por su éxito y aunque se considera ”La adolescente más vieja del mundo” sabe que el estilo, como la edad, es una actitud…
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