La red social Google+ representa la tercera intentona del gigante Google para hacerse un hueco en el lucrativo sector de las redes sociales, tras las infructuosas intentonas que fueron Google Wave y Google Buzz, que nunca lograron amplia aceptación entre los internautas.
La opinión general de los medios especializados es que Google+, sobre el papel, es superior a sus rivales directos: Facebook y Twitter. Combina la función de ambas redes en un único sitio y adicionalmente ofrece mejoras como por ejemplo una gestión más intuitiva de los diferentes círculos de amistades que una persona pueda tener, siendo en este sentido más flexible y de uso más sencillo. Resulta evidente que los ingenieros de Google han dedicado tiempo al estudio de la competencia y han sabido encontrar sus principales defectos y darles solución.
Sin embargo, el valor de una red social viene dado no tanto por el buen diseño de la infraestructura sino fundamentalmente por los propios usuarios. Es lo que se conoce como efecto de red, similar al que se encuentra en la telefonía móvil cuando los usuarios se ven obligados a permanecer con un operador que consideran inferior para mantener las tarifas bajas que tienen con el resto de abonados del mismo operador.
El reto fundamental de Google+ es ofrecer un servicio que los usuarios vean tan superior al de los contrincantes ya establecidos como para lograr vencer la resistencia inicial a darse de alta en una red nueva, crear de nuevo todas las listas de amigos y además convencer a la mayor parte de las amistades para emigrar a esta red.
Las cifras por el momento son buenas, pero quedan aún muchos usuarios para llegar, desde los 20 millones que tiene actualmente, hasta los 750 millones de usuarios de Facebook, y las incógnitas todavía son demasiado grandes.
