Las 240 aerolíneas miembros de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que representan prácticamente la totalidad del tráfico aéreo, ya no emiten billetes aéreos de papel impreso. Ayer, domingo, fue el último día, fijado por las compañías para cumplir el objetivo de que en 2008 ya no se utilizaría papel.
Con esta medida se pretende, por un lado, que las propias compañías se ahorren más de 2.000 euros al año, más necesaria desde las alarmantes subidas del petróleo, ya que el billete tradicional, con varias hojas de papel, suponía un gasto aproximado de 8,5 euros frente al 0,8 del billete electrónico; y evitar que se talen alrededor de 50.000 árboles al año, de acuerdo con los cálculos de ahorro de energía que se ha realizado.
A pesar de lo tajante que pueda resultar la medida, la mayoría de las compañías ya emitían más de un 90% de sus pasajes de avión en billetes electrónicos desde hace más de tres meses. Esto no hace más que finalizar un proceso en el que, paulatinamente, las nuevas tecnologías y, en concreto, Internet, se han impuesto.
En este sentido, algunas de las principales compañías recuerdan a los viajeros que la que cualquier persona con acceso a internet puede imprimir su billete o tarjeta de embarque con un proceso más sencillo y rápido que el tradicional.
