Enganchados a la Red

Si hace algunas semanas hablábamos de la existencia de la tecnofobia, una patología que provoca una tremenda animadversión hacia las nuevas tecnologías; lo cierto, es que hay quienes sufren por todo lo contrario. Están absolutamente enganchados al Smartphone, a internet, a una forma de vida en la que cualquier tipo de información está al alcance de la mano en milésimas de segundo. La desconexión de esta vertiginosa era de la información puede causar auténticas dolencias, llegando a provocar ataques de ansiedad ante la sola idea de no disfrutar de conexión inalámbrica a internet.

Curiosamente, la propia tecnología es quien ha puesto los medios para, en la medida de lo posible, los usuarios consigan “desengancharse” de esta desordenada pasión por internet que muchas veces termina interfiriendo en nuestra concentración e incluso en el trabajo. Freedom, SelfControl, Yaddo o Macdowell son aplicaciones que limitan el acceso a la red en los dispositivos donde están instalados. Aunque parezca increíble ya tienen miles de descargas y nos encontramos con casos como el novelista estadounidense Jonathan Franzen, quien ha asegurado a The Times que para poder escribir sus libros ha necesitado suprimir la conexión a internet, usando el ordenador como una máquina de escribir.

Más allá de la peculiar historia de este escritor y de las fobias que puede despertar el hecho de no estar conectado a internet, el uso continuado de la red repercute en nuestro rendimiento mucho más de lo que pensamos. El diario El País ha publicado parte de los resultados de una investigación del “Laboratorio de Interacción entre Humanos y Ordenadores” de la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh. Sus conclusiones afirman que las personas que trabajan con interrupciones -no sólo de internet- se equivocan un 20% más que las que mantienen el estado de concentración. Es complicado conseguir mantener el uso de dispositivos tecnológicos mientras se está realizando una actividad -probablemente el gran reto de las gafas de Google- porque, aunque consigamos hacemos, afectará nuestra atención provocando un fenómeno que consiste en obviar o ignorar cosas que, en realidad estamos viendo o leyendo: algo que sin duda puede jugarnos malas pasadas.

Comentarios

Deja un comentario