La bajada de tipos de interés y la consecuente pérdida de valor del dinero han llevado a algunas entidades financieras a buscar métodos originales para incentivar los depósitos de los clientes. El pago en especies como complemento de los intereses parece uno de los movimientos en auge, y algunas han agudizado el ingenio para que se les confíen ahorros.
Es el caso de Caixa de Catalunya, que ha creado su producto Depósito Memorias, una cuenta a plazo que además de una determinada retribución ofrece como contraprestación un volumen en color y encuadernado con la biografía del contratante.
Puede disponerse en tres formatos distintos: Una vida en imágenes, un álbum fotográfico profesionalmente maquetado, Historia de una vida, una biografía completa de 90 páginas o Relato de una vida, un tomo de 32 páginas que mezcla soportes gráficos con la narración de algunos momentos destacados de la vida del cliente, y ambas posibilidades en castellano o catalán, según se prefiera. Además, se proporciona el servicio de caja fuerte digital, que consiste en la digitalización de documentos de especial valor sentimental que se entregan en un pen drive, así como de una copia de los mismos que la caja guarda en lugar seguro para reparar una posible pérdida.
Más allá de la anécdota, la estrategia de Caixa Catalunya, sabedora de que más de un tercio de sus usuarios superan los cincuenta y cinco años, viene a demostrarnos que las empresas cada vez prestan más atención a sus clientes senior y se esfuerzan más por ofrecer productos que puedan complacernos e interesarnos.
Pero realmente no hay necesidad de pasar por ninguna caja para poder dar forma a nuestras propias memorias y contar nuestra propia versión de lo que hemos vivido, una actividad que también puede servirnos para mantener la mente despierta, entretener a los nuestros con aspectos desconocidos de nuestra propia peripecia y hasta ordenar nuestros propios sentimientos.
Existen algunos títulos específicos en el mercado que pueden servir como orientación para emprender esa tarea, así como de utilidad indudable serán las muchas y grandes autobiografías de formidables personajes y escritores que hay publicadas. Pero en cualquier caso, y sean cuales sean los modelos que se tomen, lo más importante será encontrar nuestra propia voz; aquella precisamente que nadie puede sustituir.
