Cotización y jubilación son dos conceptos que van unidos pero que no siempre se comprenden bien.
Según la web de la Seguridad Social, cotizar es la acción por la cual los sujetos obligados aportan recursos económicos al Sistema de la Seguridad Social en virtud de su inclusión en dicho Sistema, por el ejercicio de una actividad laboral. Es decir, la cotización es el dinero que nosotros aportamos al Sistema de la Seguridad Social de acuerdo a nuestro trabajo, y que luego nos va a servir para poder cobrar una pensión cuando nos jubilemos.
En el caso de ser autónomo, este dinero se paga mediante las cotizaciones de manera directa, y si se es empleado por cuenta ajena, se descuenta de la nómina (de manera genérica el dinero que se destina es un 4.7% del total de nuestra nómina)
En otras palabras, a lo largo de nuestra vida laboral vamos destinando un tanto por ciento mensual para que al llegar el momento de nuestra jubilación, podamos tener una pensión por derecho. De este modo, la pensión por jubilación se calcula con las cotizaciones que hemos ido realizando.
Pero, ¿cuántos años hace falta que tenga cotizados para poder jubilarme? En los últimos años ha habido modificaciones en cuanto a la edad de jubilación y los requisitos de años cotizados para poder jubilarse.
A día de hoy, la exigencia para que podamos jubilarnos con el total de nuestra pensión es tener 65 años y 36 cotizados. Estos requisitos son progresivos, es decir, que en 2017 se requerirán 65 años y 36 años y 3 meses, en 2018 65 años de edad y 36 años y 6 meses y así, sucesivamente hasta 2027, que será 65 años y 38 años cotizados, o 67 y menos de 38 años.
Si queremos solicitar nuestra pensión de jubilación es tan sencillo como descargar el formulario en la web de la Seguridad Social y, una vez rellenado, entregarlo en la Dirección Provincial de la Tesorería de la Seguridad Social de la provincia a la que pertenezcamos.
Los datos que tendremos que volcar en el formulario específico serán, aparte de los personales y laborales, si se es mujer, si nos hemos acogido a algunos beneficios por cuidado de hijos, parto, etc. Y a otros aspectos fundamentales como que afectan a la hora de hacer el cálculo correctamente como son:
- Si hemos trabajado en el extranjero: en ese caso deberemos justificar los años cotizados fuera de España. Si se tratase de un país de la Unión Europea tendremos, además, que pedir la solicitud de Reglamentos Comunitarios, y si ha sido un país externo a la Unión Europea, revisar si hay Convenios Bilaterales.
- Datos fiscales: relativos a los ingresos del cónyuge, ascendientes o descendientes para poder realizar el cálculo de la retención.
- Dónde queremos recibir el cobro de la pensión: datos bancarios y código IBAN son los datos que se van a pedir.
- Es importante tener en cuenta que las relaciones laborales que se hayan visto afectadas por un expediente de regulación de empleo antes del 2013 habrá que reflejarlo también.
- Y por supuesto, señalar la fecha del último día de trabajo o cotización: pues es requisito esencial para el trámite de la prestación.
Los datos que nos piden desde la Seguridad Social ya los tienen grabados en nuestro registro, por lo que el trámite es muy sencillo, basta con confirmar que todo esté bien y modificar lo que sea necesario, si es que hubiera algo que añadir o quitar.
Así pues, debemos tener claro que cuanto más tengamos cotizado, más alta y completa será nuestra pensión por jubilación. Es importante no dejar todo para el último momento y revisar años, bases de cotización, etc. y así garantizar que nuestra pensión sea la óptima, porque al fin y al cabo, nos la hemos ganado, llevamos toda la vida trabajando duro y no se trata de un regalo sino de la recompensa por todo lo que hemos aportado al estado a lo largo de nuestra vida.
