La historia de las galletas Artiach va ligada a muchos recuerdos de personas anónimas: las famosas trabajadoras de las plantas de producción de Bilbao, la familia Artiach de Bilbao, los vecinos de la primera gran planta de producción en Deusto, y la de miles de abuelos, padres y niños españoles.
En abril de 1907, una popular familia bilbaína de comerciantes ligados al negocio de harinas, granos y galletas, decidió ampliar la producción de sus galletas y abrir una planta. Desde estos inicios, las mujeres, conocidas como las ”galleteras”, han sido las principales elaboradoras de este producto. De hecho, llegaron a cubrir el 100% de su plantilla y aunque ahora se haya llegado a reducir al 75%, son protagonistas también de estos cien años de historia.
Huelgas, venta de restos de los recortes de las Galletas María o de las Chiquilín para complementar los sueldos, cambios de propietarios,… las galleteras han dedicado gran parte de su vida a esta conocida marca de galletas y ahora, en el aniversario, se les rinde homenaje también a ellas. El próximo viernes 27 de abril, el Ayuntamiento de la capital vizcaína, celebrará un acto, en las instalaciones de la antigua planta de la Ribera de Deusto, ya sin actividad, pero en pie, en reconocimiento a estas trabajadoras.
Aunque estos homenajes y celebración de aniversarios pueda preceder a la desaparición de tan querido producto, parece que a las galletas les queda vida por delante, a no ser que Krafft, sus nuevos propietarios y la tercera multinacional que se hace con su control tras salir de la órbita de la familia bilbaína que aportó su nombre a tan sabroso producto, decida lo contrario y las retire del mercado.
