Hoy se celebra el Día Internacional de las Persona Mayores, aunque, al menos en España, lo de ‘celebrar’ habría que decirlo con la boca pequeña si tenemos en cuenta la situación de muchos… Una reforma de la pensiones en ciernes que de aprobarse tal y como se encuentra ahora el proyecto, provocará una pérdida del poder adquisitivo de los mayores (que a pesar de ello son cada vez más el único sustento de muchas familias), una reforma laboral que retrasa la edad de jubilación, un sistema sanitario reformado que a muchos pensionistas les ha supuesto tener que pagar los medicamentos que hasta hace relativamente poco tenían cubiertos… En este marco en el cobra aún más sentido el lema que este año ha escogido la ONU para el Día Internacional de las Personas de Edad de 2013: “El futuro que queremos: lo que dicen las personas mayores”. Quizá una de las mejores manifestaciones de los deseos de la gente mayor se está produciendo con un movimiento social cada vez más en auge: los llamados “yayoflautas“, cada vez más presentes en la calle, en actos de protesta reclamando sus derechos y los de sus hijos y nietos, comprometiéndose en una lucha social sin precedentes y que antes se entendía más propia de los jóvenes.
Aún hoy nuestra sociedad considera la vejez esencialmente un estorbo y una carga social y familiar. No se valora la experiencia de los mayores, siendo los grandes olvidados de la sociedad. Aún se dan casos de mayores que son ignorados o maltratados por su propia familia. Existen muchísimos casos de daños emocionales y de abandonos pasivos muy difíciles de detectar porque se trata de personas dependientes que ni tan siquiera pueden pedir ayuda por miedo o vergüenza. Muchas asociaciones trabajan por acabar con esta cara menos amable de la realidad de los mayores. Un ejemplo es la Asociación Bienestar Activo, que hoy celebra la I Jornada “Derechos y Buen Trato a las Personas Mayores”, en colaboración con el Ayuntamiento de Oviedo, la Fundación HelpAge International España y Secot Asturias (Voluntariado Senior de Asesoramiento Empresarial).
A pesar de todo probablemente estos tiempos sean los que más oportunidades estén ofreciendo a los mayores para expresarse en toda su diversidad, rompiendo estereotipos y vivir más plenamente como nunca antes ha sido posible, pero para ello es fundamental el llamado envejecimiento activo.
Aunque se conoce poco existe una disciplina que se ocupa del arte de envejecer bien como es la Gerocultura, una rama de la gerontología general que enseña y sigue un conjunto de normas de vida saludable (plenitud, salud, creatividad y agradecimiento). Muchos autores la denominan “gerontología preventiva o gerohigiene” como una guía que contempla todos los valores positivos que la vida contiene. Siete equipos de trabajo procedentes de distintos países de la Unión Europea y un octavo miembro que proviene de Israel ponen en marcha el proyecto Menta 50+, en el que se desarrolla un programa de capacitación para la actividad mental de las personas mayores focalizando su atención en cuatro aspecto principales: la gestión del estrés, el cuidado de la nutrición, la participación social y el mantenimiento de la condición física. El proyecto Menta 50+ introduce un planteamiento metodológico utilizando las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) como medio para impulsar la interacción social y el aprendizaje. Como respuesta a las demandas y necesidades de un público adulto cada vez más heterogéneo.
En cualquier caso tener un envejecimiento saludable y activo requiere un poco de voluntad, disciplina y trabajo para seguir algunas pautas: Practicar una actividad física suficiente y ajustada a las limitaciones de cada uno; desarrollar la actividad mental, actividades lúdicas y recreativas para fomentar las relaciones sociales y personales; Prevención y autocuidados para la salud; evitar y rechazar estereotipos e ideas deformadas sobre la vejez; aceptar y asimilar el declive personal; cultivar la autoestima, ceder cuando sea posible para evitar conflictos y asperezas con la sociedad; tratar de aprender algo nuevo cada día, liberarse del miedo a la enfermedad y a la incapacidad y evitar el dolor, soledad y culpa (el llamado ‘ triángulo trágico de la vejez’).
