Asesores de nombres

Y a vueltas con el nombre… Mientras en uno de los hemisferios se prohíbe por ley poner a los hijos nombres extraños, de difícil pronunciación en castellano o vejatorios, reduciendo la lista de posibles a cien; en Estados Unidos la profesión de moda es la figura del asesor de nombres.

La función de estos asesores es encontrar el nombre perfecto para cada retoño, en ocasiones, uno de los grandes dilemas de los padres que ya no se conforman con buscar ideas en los cientos de libros que se han escrito al respecto. Así, los norteamericanos han decidido no arriesgarse a equivocarse en una elección que puede afectar el resto de sus vidas a sus vástagos.

Estos nuevos expertos, profesionales de la onomástica que provienen del mundo de la publicidad, el marketing y la creación de marcas, ofrecen ‘el nombre perfecto’ en sesiones de media hora con los padres. En esta reunión se crea una lista de unos cuantos nombres entre los que elegir con tranquilidad. El precio por estas visitas suele oscilar entre los 35 y los 95 dólares, que puede ascender hasta los 500 dólares, si además de la lista, los futuros padres desean contar con un test numerológico sobre su nombre favorito.

Los asesores de nombres, para mayor facilidad, también se han trasladado a la Red, donde se han creado más de cien portales con este servicio. Sus máximas: la objetividad y profesionalidad; estudian las preferencias familiares, buscan la originalidad sin caer en la excentricidad y tratan de crear nuevas modas en los nombres.

Ahora, a los gastos habituales en ropa para el bebé, cuna, pañales, comida,… hay que sumar la factura del asesor de nombre.

Comentarios

Deja un comentario