Ahorros para la jubilación ¿a buen recaudo?

Con la ampliación de la edad de jubilación, la congelación de las pensiones y los recortes en los servicios sociales de todo tipo la situación de los pensionistas a corto y largo plazo no se presenta nada halagüeña, así que se podría pensar que la opción más conveniente para planificar una jubilación serían los planes de pensiones. Hasta ahora era uno de los productos más atrayentes, entre otras cosas por sus ventajas fiscales la crisis económica, pero la crisis económica y un estado de las entidades bancarias más que sospechoso, hace que ahora se busquen otros productos que permitan disponer de recuperar el dinero en el momento que se desee. Además, en el último lustro los planes de pensiones han perdido una media de  0,81% anual, algo que numerosos inversores no son capaces de encajar, a lo que se añade el hecho de que la rentabilidad anual en planes a 10 años es pequeña, del 1,01%, lo que no cubre ni siquiera la subida de la inflación en este periodo.

Ante esta situación parece que las alternativas más provechosas pueden ser los seguros de ahorro y los fondos de inversión, que aportan una mayor liquidez.

Los seguros de vida-ahorro. Según datos de Unespa (Asociación Empresarial del Seguro) en  estos momentos hay 9,7 millones de usuarios con seguros de ahorro para la jubilación frente a 8,3 millones de partícipes en planes de pensiones individuales. Y es que los planes de ahorro garantizan permiten disponer del dinero cuando la persona lo requiera, además de de ofrecer mayores garantías del ahorro: muchos seguros presentan rentabilidades garantizadas. Además, ofrecen la posibilidad de obtener préstamos a cuenta o anticipos y de hacer aportaciones extra que aumentan la inversión y el beneficio final pero también suspender temporalmente los pagos o modificar sus cuantías.

Existen diversos productos que se encuadran dentro de esta filosofía de ahorro para la jubilación. Un ejemplo son los Planes de Previsión Asegurado (PPA), que cuentan con la misma fiscalidad que los planes de pensiones, pero diferenciándose de estos en que los PPA .

Otra modalidad son los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), en alza en los últimos años. Entre sus ventajas, de nuevo, el poder recuperaren cualquier momento, de forma parcial y total, el capital invertido, a cambio, por lo general, de una comisión por reembolso, aunque hay aseguradoras que para fomentar este producto permiten disponer del capital sin cobrar penalizaciones.

Una modalidad particular de seguros de jubilación son las rentas vitalicias o temporales, que permiten dosificar un gran ingreso a lo largo de un tiempo prefijado de antemano (rentas temporales) o durante toda la vida (rentas vitalicias). Por lo general estos seguros son de prima única, lo que implica que el cliente hace un ingreso al contratar el producto, que se distribuirá en forma de renta periódica (habitualmente mensual) o vitalicia, es decir, el cliente recibirá el capital dosificado más una rentabilidad garantizada. La fiscalidad de estos seguros también es ventajosa, ya que una parte importante de las rentas que se cobra cada mes no tributa, al considerarse devolución de capital. El porcentaje libre de tributación de las rentas mensuales obtenidas dependerá de la edad. Así, hasta 39 años, la retención aplicada sobre el total de la renta cobrada será del 8,4%; de 40 a 49 años, será del 7,35%; de 50 a 59 años, del 5,88%; de 60 a 65 años, del 5,04%; de 66 a 69 años, del 4,20% y a partir de 70 años solo se tributa por 1,68% de la renta total percibida.

Como se puede ver hoy por hoy las aseguradoras comercializan un sinfín de seguros de jubilación creados de forma personalizada o a la carta, en los que el titular puede decidir el plazo de su inversión, la cantidad que desea invertir…

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