Cada vez queda menos para las vacaciones de Semana Santa y, aunque quienes tengan la suerte de viajar, ya deberían haberlas planeado, nunca es tarde para valorar algunas opciones y lanzarse a la aventura.
Para ello, os presentamos una selección de destinos que, una vez más, no se basan en los criterios tradicionales que utilizaríamos normalmente para escoger un viaje. Nuestras opciones se basan en algo tan nimio, pero tan maravilloso, como la existencia de pequeños museos con encanto. Poco conocidos, a menudo pasan desapercibidos escondiendo grandes tesoros; tal vez, tras descubrirlos, el viaje se haga ineludible.
En España encontramos algunas maravillas como el Museo Sorolla. En pleno centro de Madrid, se sitúa, nada más y nada menos, que en el Palacete donde residió el pintor. El maravilloso taller de Sorolla y las estancias decoradas con algunos de sus lienzos más celebrados no desmerecen el recoleto jardín: uno de los rincones más sinceros y apacibles de la capital, pese a encontrarse en el centro de su más absoluto trajín.
Cuando viajas a Roma es complicado seleccionar qué visitar, la sobredosis infinita de arte y tal cantidad de piezas memorables lo hacen realmente difícil. Más allá de los tradicionales Museos Vaticanos, o de los Capitolinos, encontramos la Galería Doria Pamphilj. Un palacio perteneciente a la familia que lleva su nombre, donde se exhiben sin ningún orden aparente obras de algunos de los artistas más importantes de la Historia del Arte. Bellísimas las estancias del palacio, al recorrerlas uno tiene la sensación de que están como estuvieron y, sin duda, deslumbran tanto como su obra más buscada: el retrato de Inocencio X realizado por Velázquez, una pieza que siempre asombra.
Uno de los mayores atractivos de Londres son sus bellísimos parques. Precisamente en medio de uno de ellos está sita la Serpentine Gallery, un enclave tremendamente significativo en el mundo del arte contemporáneo, al que generalmente sólo acuden los apasionados en la materia. Más allá de sus brillantes exposiciones, la galería de Kensington Garden ofrece otro atractivo. Cada año pide a un arquitecto de renombre internacional que realice una pabellón anexo efímero, donde también se expone, como muestra viva de la arquitectura actual. Sencillamente, una delicia.
Tres destinos bastante asequibles y tres museos. Otra forma de turismo, ¿alguien se apunta?
Foto: Julian Osley
