Los hábitos de nuestras madres y abuelas están de moda otra vez. Son muchas las cosas de antes que vuelven y parece que con más fuerza y tejer es una de ellas. Lo que parecía un gusto antiguo vuelve a verse como algo que está muy de moda en prendas y estilos diferentes. Lo bueno es que además, resulta que es bueno para nuestro cerebro, ¡tendremos que empezar a practicar con las agujas!
La costura, el punto y el crochet, además de proporcionarnos estilos muy diversos a la hora de vestirnos nos ayudan a mantener nuestro cerebro activo. Diversos estudios aseguran que esta técnica centenaria facilita en gran medida que nos mantengamos atentos y entretenidos, algo que contribuye notablemente a nuestra salud mental y nuestro bienestar.
Hay quien dice que la naturaleza rítmica y repetitiva de tejer tiene un efecto calmante en nuestro organismo lo que nos hace sentir más cómodos, relajados y a gusto con nosotros mismos. Alivia es estrés y la ansiedad y nos hace ser más creativos. Además, el hecho de tener que memorizar los pasos que seguir y estar pendientes de hacer las cosas bien nos obliga a mantener nuestro cerebro activo a la vez que realizamos una actividad que nos gusta, nos divierte y nos entretiene.
Un estudio de Betsan Corkhill sobre esta materia apunta incluso que quien lo hace en grupo puede llegar a obtener más beneficios, ya que además de sociabilizar con el resto, esta práctica le hace sentirse mucho más feliz y liberar el estrés. Además, añade Corkhill que tejer tiene beneficios psicológicos y sociales que pueden contribuir al bienestar y calidad de vida.
En definitiva, una excelente manera de mantener nuestro cerebro ocupado, nuestra mente entretenida, nuestro estado de ánimo en plena forma y de ir a la última, ¿te atreves a coger las agujas?