Cómo ponernos a tono después de los excesos navideños

Las comidas familiares, el turrón y esas copitas de más hacen que en Navidad, muchos de nosotros, cambiemos nuestros hábitos y nos dejemos llevar por el dulce placer de comer sin preocuparnos de nada. Pero ahora que estas entrañables fechas ya han pasado, es el momento de ponernos las pilas y tratar de recuperar las buenas costumbres.

Para compensar los excesos de la Navidad, es recomendable apostar por una alimentación sana, rica en verduras, pescado a la plancha, fruta de temporada (como la naranja o el kiwi), yogur desnatado o alimentos diuréticos como los espárragos, las espinacas y la piña. Y no debemos olvidarnos de hacer cinco comidas al día, ya que tratar de quitarnos alguna para bajar peso es absurdo, nuestro organismo retiene más grasa cuando nos alimentamos mal.

Los dulces no deben estar prohibidos en nuestra dieta (a no ser que seamos diabéticos o un médico nos lo recomiende) sin embargo, una cosa es tomar un dulce de postre un día puntual y otra muy diferente es atiborrarnos a azúcar sin sentido. La medida correcta en estos casos es tomarlos pero con prudencia, cada uno sabe dónde está su límite.

Beber al menos 2 litros de agua al día ayuda a que desaparezca la retención de líquidos y nos ayuda a estar hidratados.

Hacer ejercicio, ya sea en el gimnasio, al aire libre, ir a dar un paseo todos los días, sacar al perro, o montar en bici, da igual, lo importante es no quedarnos parados, porque se puede ser mayor, pero no por eso debemos dejar que pasen los días sin hacer nada. Estar activo es una forma muy saludable de sentirnos jóvenes.

Y si, además, evitamos beber alcohol y fumar conseguiremos también no dañar nuestro organismo alejarnos de una dependencia que no nos beneficia para nada.

Así que ahora que, oficialmente, han acabado las fiestas navideñas, es un buen momento para ponernos a tono y empezar bien el año cumpliendo el primero de los propósitos de nuestra lista.

Foto: Shutterstock

Comentarios

Deja un comentario