Agua y Gimnasia

A diferencia de los deportes de tierra, los que se realizan en el medio acuático -y más concretamente el Aquagym- tienen unos importantes beneficios para las personas mayores. El primero, y también el más importante, es que reduce en buena medida el riesgo de lesiones, gracias a la lentitud de movimientos, fruto de la resistencia proporcionada por el agua. Del mismo modo, la flotación propia del medio permite que realicemos movimientos que fuera del agua resultarían muy complicados, ayudándonos a estirar los músculos y a tonificar nuestro cuerpo al máximo.

Esto no significa que tengamos que descuidar algunas cuestiones como el calentamiento previo, siempre imprescindible antes de practicar cualquier deporte, o las precauciones a la hora de realizar determinados movimientos. Del mismo modo, para que el ejercicio sea efectivo, deberemos prolongarlo durante, al menos, veinte minutos y ser constantes, en la medida de lo posible, en su práctica semanal.

El Aquagym es, además, muy beneficioso para la salud en varios sentidos. Por un lado, mejora la fuerza y la coordinación intramuscular; mientras que, por otro, nos hace más flexibles, aumentando la movilidad de las articulaciones y la capacidad de estiramiento de los músculos. Otra de sus virtudes es que puede llegar a mejorar la velocidad reacción, siendo otro de sus alicientes lo que puede aportarnos en el plano social: hacer nuevas amistades y crear vínculos afectivos lo que, en muchos casos, puede ser una terapia muy eficaz en casos de depresiones leves.

Salvo en algunas excepciones -enfermedades cardiovasculares, de la piel, de tipo infeccioso o vértigos, entre otras dolencias- la práctica del fitness acuático suele mejorar notablemente la calidad vida de quienes lo practican y, sin duda, cuando empieza el buen tiempo es una ocasión estupenda para engancharse a esta actividad y mejorar la forma física de manera fresca y divertida.

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