Comienza la temporada y con ella los nuevos programas de voluntariado, una de las mejores formas de invertir el tiempo libre.
Los trabajadores vuelven a sus puestos; los niños, a sus colegios; los atascos se multiplican de nuevo y, mientras en las ciudades se vuelve a instaurar el ritmo de vida vertiginoso, tal vez haya muchas personas -jubilados, estudiantes, pensionistas, trabajadores a media jornada- que gozan de la suerte de tener tiempo libre.
Conscientes de ello, las ONGS, hoy más que nunca, piden su colaboración y, con el comienzo del curso, presentan nuevos programas que se adaptan a diversos perfiles de voluntario, con la esperanza de que la ayuda se multiplique.
Un ejemplo de ello es la labor de Desarrollo y Asistencia, una entidad de la que ya os hemos hablado en otras ocasiones, y que este año cuenta con una amplia variedad de programas en la que nos invitan a colaborar en la medida de nuestras posibilidades.
Las labores son de lo más variadas y van desde el voluntariado en hospitales –acompañando a pacientes internados y dando apoyo a sus familias- hasta realizar actividades de ocio y tiempo libre con discapacitados, ayudándoles a conseguir una integración real y sirviendo de apoyo y respiro para sus familiares.
Del mismo modo, existe un programa para apoyar a las personas sin hogar del Centro Municipal de Acogida San Isidro; donde inmigrantes, alcohólicos, drogadictos y sin techo necesitan compañía y ayuda para realizar ciertas gestiones.
Los mayores también reciben atención gracias a esta ONG que atiende a muchos madrileños que se encuentran en situación de asilamiento o con problemas de movilidad. Los voluntarios -muchas veces otros seniors- les ayudan con las labores del hogar y les hacen compañía, atendiéndoles en su propia casa o bien, de forma individualizada, en sus residencias.
Jóvenes, mayores, solos, acompañados, con amigos, en familia, unas horas o varios días; Desarrollo y Asistencia abre sus brazos a todos aquellos voluntarios que puedan dedicar algo de su tiempo a los demás, haciendo más llevadera la vida de los que sufren y demostrando que muchas veces la felicidad del otro no se consigue entregando dinero, si no tiempo.
