“Es una tendencia creciente. La edad del voluntariado cada vez es mayor“.Es lo que afirman los responsables de Bolunta (agencia para el voluntariado y las asociaciones de Bizkaia) en base a su experiencia, aunque carecen de datos oficiales exactos, dado que último estudio sobre el voluntariado se hizo en 2008. Sin embargo en Bizkaia se ha realizado un informe sobre este tema en el que se refleja que el 32% del voluntariado supera los 60 años, pero ese porcentaje va en aumento.
También desde la Plataforma del Voluntariado de España se ha detectado que desde el comienzo de la crisis económica se ha producido un incremento, que ronda el 20%, en el número de personas que se interesan por colaborar con una organización de acción social, y muchas de estas personas solidarias se encuentran en situación de paro o son mayores de 65 años. En el aumento del voluntariado entre los mayores también ayuda el hecho de que cada vez se llega a la tercera edad en mejores condiciones físicas y mentales y con más ganas de participar en la sociedad.
Las opciones entre las que escoger para dedicar a otros parte de nuestro tiempo son muy diversas y variadas: acompañamiento a personas mayores, actividades deportivas, de tiempo libre, culturales o artísticas o apoyo a colectivos determinados como enfermeros, presos… Ámbitos todos ellos en los que la experiencia de las personas mayores es un valor añadido a la hora de su acción como voluntarios.
Pero a la hora de ponerse al servicio de la solidaridad también los voluntarios ‘obtienen un beneficio’, porque ayudar a los demás genera felicidad y es bueno para la salud. No es una afirmación únicamente de aquellos que hablan desde su propia experiencia y que dicen recibir más de lo que dan. También los expertos con diferentes estudios avalan esta valoración. Un ejemplo es Elsa Punset y su último libro, “Una mochila para el universo. 21 rutas para vivir con nuestras emociones” (Ediciones Destino), donde afirma que a la gente le gusta ayudar por el placer de ayudar, una aseveración respaldada por un estudio avalado por esta filósofa y escritora y que es la base de la campaña SOMOS, apoyada por las ONG más representativas del país y la Asociación Española de Fundraising para promocionar la cultura de la solidaridad. Según Elsa Punset en declaraciones a la Revista Eroski Consumer, “Compartir tiempo con los demás, ocuparse de otros, no solo da felicidad, sino que es bueno para la salud. Muchas investigaciones relacionan altruismo con efectos beneficiosos sobre la salud. Hay una fuerte correlación entre bienestar, felicidad, salud y longevidad. Ayudar a los demás tiene recompensa” y que “es importante recordar que no hay una sola fuente de felicidad, sino muchas, y la única a la que no podemos renunciar es la capacidad de empatía y altruismo.”
