Millones de personas se preparan desde hace un año para acompañar a Jesús y su Madre, la Virgen en el Calvario. Cada ciudad vive la Semana Santa según las costumbres de sus gentes. Unos lo hacen con cánticos y saetas, otros con el silencio más absoluto y desgarrador, pero todos desde el fervor, la fe y el respeto a la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.

Por eso, desde mayormente.com recorremos de norte a sur los lugares y los planes más apetecibles para estos días de recogimiento y oración…

Bilbao, por ejemplo, se llena de actividades de todo tipo, tanto religiosas como culturales. Las procesiones recorren sus calles en silencio y con mucha emoción. Una de las más famosas es la de la Cofradía de la Vera Cruz, en la que participan más de dos mil nazarenos, bandas de tambores y cornetas y catorce desfiles procesionales que congregan a miles de bilbaínos y turistas.

Entre sus actividades culturales destacan los espectáculos al aire libre, las artes circenses o el festival Kaleszena en el Casco Viejo, ideales para ir con los más pequeños de la casa. Además, las bandas de música en la calle y los conciertos en vivo son habituales estos días.

En Sevilla, sin embargo, la “Madrugá” es la noche más especial de la Semana Santa y probablemente del año. La noche del Jueves al Viernes Santo miles de personas llenan calles de la capital andaluza para ver desfilar las procesiones. El Cristo de los Gitanos, El Gran Poder o La Esperanza de Triana lucen sus mejores galas para bendecir a los sevillanos que, cada año, acompañan sus pasos desde las diferentes Hermandades hasta la catedral. La devoción y la fe que se vive estos 7 días en Sevilla es prácticamente inigualable hasta el punto que la Semana Santa hispalense se ha convertido en un acontecimiento de interés turístico internacional.

En Madrid, decenas de nazarenos y costaleros cargan en sus hombros con el peso del Jesús Nazareno de Medinaceli, el Cristo de la Fe y del Perdón, Nuestro Padre Jesús Nazareno ‘El Pobre’, María Santísima del Dulce Nombre o María Santísima de los Siete Dolores. Pasos adornados con numerosos cirios, flores y mantos bordados que son admirados por la mayor parte de madrileños y turistas. A diferencia de Sevilla, en la capital española, el silencio de sus procesiones solo es roto por los aplausos de los madrileños y el repicar de los tambores que emocionan a todos los devotos.

Por cierto que un clásico en la Villa y Corte es la tradicional tamborrada en la Plaza Mayor al igual que visitar los pueblos y alrededores con sus procesiones, conciertos de música sacra y las famosas representaciones de Pasiones vivientes.

Y no debes dejar de probar uno de los manjares de estas fechas: las torrijas, ya sean de vino o de leche. Os recomendamos las de El Riojano, La Mallorquina o Casa Mira.

En Cataluña también tiene sus propias costumbres. Las procesiones del Nazareno, la Virgen Dolorosa, la Piedad o el Paso de Getsemaní son seguidas por miles de fieles. También las de los Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena que muestran el empuje andaluz de los últimos años en la ciudad Condal.

Y si en Madrid son las torrijas el dulce típico, en Cataluña es la mona de Pascua. Se trata de un pastel típico de bizcocho con un huevo duro encima, aunque cada vez es más habitual decorarlo con dulces y dibujos elaborados. La tradición dice que es el padrino el que regala la mona a su ahijado el Domingo de Pascua después de la misa de Resurrección.

Diferentes lugares para disfrutar de una Semana Santa de oración, de planes en familia y de platos exquisitos porque todos los lugares de nuestra geografía tienen rincones especiales para dejarnos sorprender.