Ruta por las puestas de sol

El senderismo es una de las aficiones más sanas que existen y es, también, una de las más aconsejadas para los mayores. Una de las razones de ello es que se trata de un deporte que no exige una excesiva preparación física y en el que es fácil progresar a medida que se incrementa su práctica y se gana en experiencia y conocimientos; pudiendo así aumentar la dificultad y la longitud de las rutas. En cuanto a los beneficios para la salud de este deporte, no debemos olvidar que ayuda a mejorar la fuerza muscular, contribuye al mantenimiento de la masa ósea, mejora la hipertensión, estimula el funcionamiento mental y mejora el estado de ánimo. Y además, su práctica suele ser estéticamente maravillosa, hay incluso quienes opinan que eleva el espíritu.

No es la primera vez que recomendamos esta actividad o proponemos alguna ruta, si bien hoy nos queremos referir a un tipo de senderismo muy particular: el centrado en los atardeceres o puestas de sol. El ocaso es indudablemente uno de los momentos más mágicos del día, el sol desciende para dar paso a la noche y, en su bajada, nos regala un sinfín de melodías lumínicas que embellecen y destacan cada lugar que tocan. Pero hay lugares especialmente espectaculares durante este momento del día, razón por la que se han compilado distintas rutas para darlos a conocer y cada vez son más los adeptos a este tipo de excursiones.

Haciendo una rápida búsqueda por la web es fácil encontrar diversos itinerarios recomendados por estos “seguidores del ocaso”, aunque hoy llamaremos la atención sobre uno en concreto, “la ruta de las puestas de sol de Isla Cristina”. Elogiados por grandes poetas como Juan Ramón Jiménez, Gerardo Diego, Luis Cernuda o Rafael Alberti; los atardeceres de este enclave de Huelva sieguen sobrecogiendo a miles de visitantes cada año

En Isla Cristina se pueden contemplar una decena de ocasos con diferentes marcos -desde el pintoresco puerto pesquero, hasta las serenas y reposadas aguas de la playa de El Cantil o la Punta del Caimán- gracias a los diez paneles estratégicamente dispuestos en lugares de especial interés paisajístico, donde también se pueden leer los versos inspirados en estos lugares a grandes poetas como los que mencionábamos.

En total se trata de tan sólo 12 kilómetros y ni siquiera es necesario hacer la ruta completa, basta por pasear y perderse entre la luz rojiza del atardecer en alguno de los sorprendentes rincones de la Isla, donde encontraremos todo tipo de instalaciones, acceso para minusválidos y hasta un Paseo Marítimo.

Comentarios

Deja un comentario