¿Quieres ayudar? Aquí puedes hacerlo

Mucho antes de que las fundaciones benéficas y las ONGs comenzaran su andadura, la Sociedad San Vicente de Paúl ya había comenzado su labor en París, extendiéndose al poco tiempo por todo Europa. Fueron unos jóvenes estudiantes católicos de la Sorbonna –entre los que destaca el Beato Federico Ozanam- quienes, en 1833, alarmados por las desigualdades sociales de la época en que vivían decidieron unirse y poner su granito de arena para intentar cambiar el mundo, en coherencia con las exigencias de su fe. En 1846, gracias a Santiago Masarnau, la institución comienza su andadura en Madrid y, a día de hoy, su labor está presente en todas las Comunidades Autónomas del país.

Gracias al trabajo de su personal y de los muchos voluntarios que colaboran con los proyectos de la Sociedad San Vicente de Paúl, más de 65.000 necesitados de todo tipo son atendidos cada año. Aunque en muchas ocasiones tendemos a imaginar el perfil del voluntario como un chico joven, lo cierto es que muchas de las personas que colaboran desinteresadamente con esta institución son mayores de cincuenta. Y es que los voluntarios senior pueden hacer mucho, sobre todo, cuando se trata de realizar algunos trabajos que los jóvenes de hoy difícilmente pueden hacer. Desde ayudar en la cocina de sus comedores, hasta arreglar la ropa que llega al ropero; son miles las labores para las que hacen falta manos un poco más expertas.

Su programa de voluntariado es tan amplio que, de hecho, el 90% de las personas que mantienen el funcionamiento de las instituciones de esta sociedad lo hacen de manera desinteresada.  Casas para mayores, centros de integración, pisos de acogida, roperos, comedores, residencias para indigentes… la Sociedad San Vicente de Paúl cuenta con infinidad de programas donde siempre hace falta un poco más de apoyo. Es una de esas instituciones donde la gente trabaja codo con codo para ayudar al otro y su buen funcionamiento se basa en el trato cariñoso y delicado que existe tanto entre trabajadores, como ente éstos y quiénes necesitan de su ayuda. Sin duda, un lugar perfecto para comenzar a ayudar a los demás, avalado por una trayectoria de casi dos siglos.

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