Pese a la crisis, con la merma de recursos públicos y donaciones que ello supone, el voluntariado y las asociaciones que trabajan en él siguen adelante. A fin de cuentas, están acostumbradas a la adversidad. Cuentan, además, con el empeño y compromiso de personas dispuestas a consagrar su tiempo libre y hasta parte de sus recursos a otras que lo necesitan.
Y una de las organizaciones más activas en este campo es AIPC Pandora, una asociación sin ánimo de lucro cuya misión última es la de extender la cultura de la solidaridad entre la ciudadanía.
Su funcionamiento se basa en experiencias de tres tipos, que ellos denominan de aprendizaje o educación para el desarrollo (cursos de divulgación sobre voluntariado social y programas de actuación local), internacionales (programas de movilidad con fines solidarios para que los ciudadanos conozcan de primera mano lo que ocurre en otros lugares del mundo y tengan una perspectiva más cercana de las dificultades que afrontan muchas poblaciones por situaciones de pobreza, exclusión y conflicto) y participación (desarrollo de iniciativas solidarias, de cooperación y de cambio social).
Realmente, hay muchas formas de implicarse en AIPC. En su página web podemos encontrar un buen resumen, además de noticias interesantes del tercer sector. Sin embargo, la oportunidad de hablar de ellos se acentúa por la aparición de sus microprogamas de cooperación, que se dieron a conocer el pasado febrero. Catorce países en total se beneficiarán de estos proyectos, en los que puede inscribirse cualquier persona con interés por el intercambio cultural, flexibilidad para adaptarse a cambios en los programas, voluntad de trabajar en equipo y compromiso con los objetivos de cada programa. Además de tener disposición a asumir los costes del programa. Los destinos son tan variados como Nepal, Sierra Leona, Guatemala o Tanzania y los propósitos van desde una estancia con una comunidad de indígenas saraguaro en Ecuador para ayudar a montar actividades educativas y de recreo para sus niños al refuerzo escolar y restauración de aulas en Jaipur.
La mayoría de actividades tendrán lugar durante 21 días en verano, si bien quienes deseen probar suerte, deben inscribirse ya en esta dirección (ver requisitos). Los menos aventureros tienen la oportunidad de asociarse, hacer una donación o sencillamente acercarse a conocer una bonita iniciativa que les puede ayudar a tomar una nueva perspectiva de muchas cosas.
