La historia del abuelo que se hizo famoso pintando con el Paint

Hal Lasko, “Granpa”, como le llaman sus hijos y netos, no sospechaba que tras su jubilación iba a encontrar un hobby que no sólo le hiciera feliz, sino también famoso. Diseñador gráfico en su juventud, este abuelo es todo un ejemplo de cómo no encasillarse en el pasado y abrirse paso con soltura haciendo uso de las nuevas tecnologías.

Cuando se retiró finalmente, su familia le regaló un ordenador. La idea era que se mantuviera entretenido pero, en cuanto aprendió unas pequeñas nociones de paint, el trabajo informático casi se convirtió en una obsesión, ocupando la mayor parte de su tiempo. Lasko ha realizado más de 150 piezas conectado desde su sótano, hasta que la degeneración macular que sufría se ha transformado en ceguera, apartándole definitivamente del mundo del arte.

Ha hecho del virtud del pixel, tan perseguido hoy en día, cuando los programas de diseño actuales, apenas nos permiten apreciarlo. Sin embargo, Lasko lo ha usado al modo impresionista, casi puntillista. A través de la superposición de píxeles consigue efectos extraordinarios, en los que ha estado años trabajando. No en vano, actualmente, su obra está bastante cotizada, siendo única en su especie y, sobre todo, por haber sido realizada por alguien de su generación.

Sin embargo, no es el único artista que se sirve de los medios digitales para pintar. Ya hace también unos años que el famosísimo David Hockney nos sorprendía con una exposición de obras realizadas con la aplicación “Brushes”.

La obra de Lasko puede adquirirse de forma on-line, los interesados pueden bucear y perderse por su página web; donde encontrarán algunas imágenes de sus obras, piezas con cierto aire “retro”, por la estética, pero sobre todo por el pixelado, muy sugerentes y espontáneas. Un espectáculo interesante, tanto para amantes del arte como para curiosos.

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