Incluir entre las aficiones la del ejercicio físico no sólo puede ser de las más placenteras, sino además de las más saludables, especialmente conforme pasan los años. De hecho son muchos los estudios que vienen demostrando que la actividad física como caminar a paso ligero y la práctica del deporte en una intensidad moderada repercute en un bienestar físico y mental, fortaleciendo y activando tanto el movimiento de nuestro cerebro como el de nuestros músculos y huesos, reduciendo el riesgo de fracturas que aumenta considerablemente con la edad. Son muchas las disciplinas entre las que se puede optar, pero según un estudio realizado por investigadores de int Maartenskliniek, en Nijmegen (Holanda), la práctica de artes marciales puede ser una de las más recomendadas, dada su efectividad en pacientes con osteoporosis.
No se trata de andar sacudiendo mandobles a lo Chuck Norris, sino de poner en práctica las técnicas para saber a caer. Según una de las investigadoras, Brenda Groen, “desde que las técnicas de artes marciales reducen el impacto de una caída sobre la cadera y pueden ser enseñadas a las personas mayores, aprender artes marciales se ha convertido en un método para prevenir las fracturas de cadera en personas con osteoporosis“.
El estudio se inició analizando a 6 personas sanas (por razones de seguridad), las repercusiones de entrenarse para caer. Se midió la fuerza de los impactos en la cadera en las caídas de artes marciales en adultos jóvenes, y en base a los datos obtenidos se concluyó que entrenarse para saber caer podría ser seguro para las personas con osteoporosis si se llevan protectores de cadera durante el entrenamiento, realizando ejercicios de caídas en una delgada colchoneta y otros para evitar la caída hacia adelante desde la posición vertical.
El siguiente paso fue medir la fuerza de cada caída y compararla con la información que ya se conocía sobre el impacto que los pacientes con osteoporosis pueden resistir. Finalmente se enseñaron unas técnicas, que pueden ser aprendidas por las personas mayores, con las que se la caída se convierte en un movimiento rotatorio que se logra torciendo el tronco y el cuello.
No hay que olvidar que las fracturas relacionadas con la osteoporosis son un problema internacional de salud pública que causa dolor a las pacientes de todo el mundo además de enormes costes sanitarios. En la osteoporosis, la cantidad de mineral de los huesos disminuye, de forma que su densidad baja y causa una fragilidad que hace que se rompan más fácilmente. Cuando hay fracturas, éstas suelen comportar dolor crónico, pérdida de la independencia y de la movilidad, y especialmente en el caso de fractura de cadera, un mayor riesgo de muerte.
