El éxito de pagar con horas

Hace unos meses os hablamos del Banco del Tiempo de San Javier, y explicamos el funcionamiento de éstos en general. Así, la función del Banco del Tiempo es intercambiar servicios de tiempo, en el que la unidad de intercambio no es el dinero sino el tiempo; fomentando las relaciones sociales y las ganas de continuar aprendiendo.

Nacieron en los 80 en EEUU, y a España llegaron hace diez años, notándose su auge y éxito, sobre todo, en los dos últimos. La asociación Red de Bancos del Tiempo, que facilita documentación y software para su creación, tiene contabilizados unos 60 funcionando en España, con una media de unos 200 usuarios en cada uno, por lo que el número de personas implicadas en estas iniciativas sería de unas 12.000 en todo el país.

Las actividades o materias que más se intercambian en nuestro país son las labores domésticas, las clases de idiomas, de informática, cocina, hacer compañía a personas mayores o cuidar a niños. Y el precio es estándar para todas: la hora.

Cada usuario tienen un talonario de tiempo en el que se registran las horas que recibe y las que da, con el requisito de que entre ambas o haya una diferencia superior a 20 horas.

La mayoría de los que existen en nuestro país, hasta un 99%, son iniciativas de los Ayuntamientos, asociaciones ecologistas, y otras entidades que reciben financiación de programas europeos, y se promueven sobre todo por barrios, para facilitar la labor a los usuarios. Sin embargo, también hay particulares que, solicitando ayudas oficiales, deciden poner en marcha Bancos del Tiempo.

Lo único que hace falta es tiempo y ganas por aprender y enseñar, ¿te animas?

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