No quedarnos ociosos y hacer de nuestro tiempo libre un momento agradable y de provecho, es fundamental para nuestra salud mental y por ende la física. Un propósito que también está invadiendo los programas de actividades que las obras sociales de las (todavía) cajas de ahorro, proyectan y desarrollan.
En esta ocasión nos hacemos eco de un taller puesto en marcha por Obra Social Bancaja dirigido a mayores y surgido de la idea de ayudar a la mejora de la calidad de vida de estas personas a través de la actividad artística; se trata del taller de arte ‘Por laberintos’, que se impartirá en el Centro Cultural Bancaja de Valencia hasta el 30 de junio, con un contenido inspirado en la muestra sobre laberintos que se expone actualmente en el centro.
Éste taller es gratuito y está dirigido a personas de 55 años en adelante, a los que se les introducirá en el manejo de diferentes técnicas y un proceso creativo que les permitirá potenciar la memoria y la orientación.
Los monitores van enseñando que cada alumno sea capaz de crear su propio laberinto con el dibujo y la creación de maquetas como técnicas principales, y con el musgo como elemento decorativo. ‘Por laberintos’ se desarrolla de lunes a viernes en horario de tarde, hasta el 30 de junio, y cuenta con la implicación de empleados voluntarios de Bancaja, dentro del programa de Voluntariado Corporativo.
Este programa no ha surgido de la nada. Ya en 2008, con la figura y la obra de Picasso como protagonista, la Obra Social de Bancaja lanzó los talleres de arte para personas mayores y desde entonces más de 8.670 personas han participado en ellos, contando con ‘figuras inspiradoras’ como Sorolla o la iconografía rusa del Museo Rublev de Moscú, expuesta por Bancaja en Valencia en el último trimestre de 2010.
En cuanto a la exposición de ‘Por laberintos’ que se celebra de forma simultánea al taller, realiza un repaso del concepto y la representación del laberinto a lo largo de la historia y reflexiona acerca de la vigencia de este elemento y acerca de las diferentes prácticas y usos más actuales. Todo ello a través del montaje interactivo del trabajo de 21 artistas e intelectuales como Jorge Luis Borges, Friedrich Dürrenmatt, Roberto Morris o Umberto Eco y de obras con formatos tan variados como restos arqueológicos, grabados, fotografías, planos, proyecciones, maquetas y otras piezas audiovisuales. La primera parte del recorrido está dedicado a los laberintos que tienen un único recorrido posible. Después, aparecen los laberintos multicursales que ofrecen múltiples alternativas y que pueden llevar al espectador incluso a callejones sin salida.
