Paradójicamente, a la hora de valorar las cualidades que debe tener el jefe perfecto lo último que tenemos en cuenta es su faceta profesional, sus conocimientos o experiencia laboral. Entonces, ¿en qué virtudes nos basamos? Según un estudio de la empresa de selección de personal Cátenos Worldwide Executive, una amplia mayoría de españoles valoran que su jefe sea un buen líder, cercano, que sepa comunicarse con sus subordinados y fomente el trabajo en equipo.
Además, para ser el jefe perfecto hay que saber delegar, ser honrado y humilde; siendo irrelevante que posea sentido del humor, sea tolerante o una persona sacrificada. Sin embargo, parece que este prototipo no abunda en nuestro país, ya que al menos el 42% de los encuestados no está contento en su puesto de trabajo, y de ellos uno de cada cuatro está poco o nada satisfecho con su vida laboral.
No obstante, el jefe no es lo único que influye en nuestra valoración del trabajo, también queremos que nuestra empresa se caracterice por contar con un buen equipo humano, prestigio, su buen funcionamiento, que favorezca nuestro desarrollo profesional y que esto se refleje en el sueldo. Este último punto es en el que menos contentos estamos, además de la conciliación de la vida laboral y familiar.
El buen ambiente laboral, la responsabilidad y autonomía en el puesto de trabajo y el reconocimiento dentro de la empresa, son los factores más valorados por los españoles para continuar en el mismo su empleo. Si bien, la hora de buscar otra trabajo lo que más valoramos es un aumento de sueldo con respecto a nuestro actual o anterior empleo; después, por orden de preferencia, valoramos las posibilidades de promoción y desarrollo profesional que nos ofrezcan, la responsabilidad y autonomía del puesto, el equipo humano y la flexibilidad en el horario.
