Carding, uno de los delitos más comunes en la Red

Los timos en internet se multiplican de forma vertiginosa y, desgraciadamente, los mayores somos, en muchos casos, los principales qué peligros son los que nos acechan, como de cuáles son las mejores maneras para eludirlos.

En este sentido, hoy queremos profundizar en uno muy usual: el carding que, desgraciadamente, durante los últimos años, ha pasado a ser uno de los más comunes. Este timo consiste, nada más y nada menos, que en el uso ilegitimo, con ánimo de lucro, de las tarjetas de crédito de otra persona.

En ocasiones, las compras realizadas por alguien ajeno con nuestra tarjeta de crédito son tan cuantiosas que es fácil darse cuenta de que nos están robando. Sin embargo, la mayoría de los “carders” hacen pequeñas compras, de sumas no muy elevadas; de tal modo que, si no se revisan detalladamente los gastos, es difícil darse cuenta de que la estafa está sucediendo.

Aunque existen algoritmos para determinar los números de tarjeta, lo más común es que nos la fotografíen al pagar en algún establecimiento, extraigan el número de nuestra correspondencia o, sencillamente, nos roben la cartera. En algunos casos, cuando los estafadores necesitan algún dato sobre nuestra tarjeta que no hayan podido obtener, pueden llegar incluso a escribirnos un mail o a llamar por teléfono, haciéndose pasar por trabajadores del banco o policías de la brigada anti-fraudes. Por si esto llegara a ocurrir, es importante recordar que nunca debemos dar nuestros datos bancarios a terceros por teléfono, ni enviarlos por correo o mail.

El carding también ha llegado a los teléfonos móviles. Se han detectado numerosos casos en los que, a través del envío de un mensaje de texto al móvil, en que se lee algo similar a: “su tarjeta ha sido bloqueada, para reactivarla rellene este formulario antes de 24 horas, o pasará a ser anulada de forma definitiva”. De este modo, los afectados accedían a una web fraudulenta, entregando todos sus datos a los estafadores y dándoles, por tanto, la información necesaria para que realizaran compras a través de internet.

A continuación, os ofrecemos las claves para evitar este timo, en la medida de lo posible:

  • Hacer una navegación segura en internet, mantener el sistema operativo, programas y navegador del ordenador, tablet o smartphone actualizados, con un antivirus de confianza instalado y un cortafuegos.
  • Tomar precauciones al comprar «on line» y asegurarse de que se trata de una web segura.
  • Si se utiliza una página de comercio electrónico, ver que opera con un sistema seguro (https), frente al habitual http y comprobar que el pago se efectúa a través de canales que permiten conocer la identidad y fiabilidad del destinatario, es decir, su «rastro».
  • En el caso de recibir un e-mail de «phising», aconsejan reenviárselo a la Policía y no abrir nunca ningún link de una fuente desconocidao del que se sospecha que procede de una cuenta «secuestrada».
  • Revisar detalladamente los gastos mensuales realizados con la tarjeta de crédito.

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