Buceando en los orígenes

Propuestas para adquirir esos conocimientos y cultivar esas inquietudes a las que no habíamos podido dedicar nuestro tiempo antes. Ese suele ser el empeño de esta sección. Pero hoy vamos un poquito más allá: invitamos a la aventura  de descubrir quienes somos y de dónde venimos. Porque ese es el objeto de la genealogía. Una disciplina detectivesca que requiere paciencia, minuciosidad e instinto, pero que atrapa a casi todos los que se introducen en ella.

A menudo, la idea de investigar quienes fueron nuestros ancestros y hacer nuestro árbol genealógico comienza por la propia memoria y por el recuerdo de los más ancianos de nuestra estirpe. O bien desempolvando los documentos más antiguo que guardemos. Pero es bueno sistematizar todos los datos que vayamos recuperando mediante un programa informático. Los hay gratuitos y de gran calidad que se pueden descargar gratuitamente en la red.

Pero los vericuetos de la genealogía no son sencillos, y lo mejor es recurrir a la ayuda de las muchas asociaciones que se dedican al campo. Internet ha supuesto la creación de una verdadera red de recursos. El anillo de genealogía agrupa los principales medios del ámbito hispánico. También algunas sociedades, como la SCGHSVN catalana, ofrecen cursos especializados de las técnicas fundamentales para iniciarse en la materia. Y por curioso que parezca, la iglesia mormona posee uno de los más importantes archivos mundiales de apellidos que hay en el mundo, y cuya base de datos está disponible online.

Sin embargo, si nuestra ambición no va tan lejos y simplemente nos apetece saber cuál es la distribución de nuestro nombre familiar, siempre podemos pasar un rato divertido consultando los censos guardados en el Instituto Nacional de Estadística.

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