Una buena nutrición es la base de una salud de hierro y para conseguirlo, lo primero que tenemos que hacer es tener unos correctos hábitos alimenticios siguiendo una dieta equilibrada (rica en verdura, legumbres y fruta y acompañada por carne y pescado, sin excesos de grasa ni sal y moderando las cantidades) y haciendo algo de ejercicio, con ambas cosas conseguiremos además de mantener un estupendo estado físico, un estado de ánimo enérgico y positivo además de prevenir la aparición de enfermedades o ayudar a controlarlas.
Lo ideal es comer cinco veces al día en pequeñas cantidades, de este modo haremos mejor la digestión, tendremos menor sensación de hambre o ansiedad por comer, y nos sentiremos mucho mejor que dándonos un atracón.
Una buena alimentación tiene que ir siempre acompañada agua en abundancia, que nos ayudará a mantenernos siempre hidratados y depurará nuestros riñones. Es recomendable beber agua incluso cuando no se tiene sensación de sed. En cuanto al consumo de refrescos azucarados, bebidas alcohólicas o con cafeína, lo mejor es dejarlo a un lado, no nos aportan nada bueno y en exceso pueden provocar daños irreparables.
Las dietas no debemos hacerlas por nuestra cuenta, sino consultando antes a un médico. No es lo mismo hacer una dieta para adelgazar que alimentarnos de forma correcta para tener una perfecta nutrición. En cualquier caso, si tenemos dudas, para eso están los especialistas, para ayudarnos a resolverlas y guiarnos para hacerlo de la mejor manera posible.