Los mayores hemos vivido ya muchas cosas y aunque nunca dejamos de aprender, si volviéramos a nacer, seguramente, corregiríamos muchos errores que hemos cometido en el pasado.
La experiencia nos hace cada vez más sabios y transmitir esa sabiduría a las generaciones venideras para que no tropiecen en las mismas piedras que nosotros debería ser una obligación.
Por eso, nos ha gustado Sixty and me, una comunidad creada por Margaret Manning, para que las mujeres de más de 60 años puedan aconsejar a las jóvenes de 30. Nada menos que 60 consejos que a ellas les hubiera gustado conocer tres décadas atrás. De todos ellos, estos son nuestros 13 favoritos y os explicamos porqué:
- Vivir el presente: aprovechar el momento, puesto que la vida pasa volando. De nada sirve que nos quedemos lamentándonos por lo que pudo ser y no fue. La vida es una y hay que vivirla a tope.
- Ser positivos: cuando vemos las cosas con optimismo es mucho más fácil que nos salgan bien.
- Amar todas las etapas de la vida: porque todos los momentos nos aportan algo bueno y de todos aprendemos cosas maravillosas.
- Disfrutar de la naturaleza: desconectar del día a día, respirar aire puro, hacer ejercicio…
- Trabajar en lo que nos gusta o buscarnos pasatiempos que nos llenen: hacer cosas que nos apetecen o, al menos, intentar combinarlo con otros momentos o circunstancias que no nos guastan tanto.
- Ser uno mismo: no engañar a nadie, mostrarnos tal y como somos, no aparentar, dejarnos llevar, etc.
- Aceptar los cambios que se producen en nuestro cuerpo: con los años, nuestro cuerpo cambia y además es inevitable. Podemos hacer ejercicio, cuidar nuestra alimentación, utilizar fantásticos productos de belleza… pero lo cierto es que lo importante es querernos y estar a gusto con lo que tenemos. Hay chicas de 20 mucho más acomplejadas que abuelas de 70 y hay abuelas de 60 que parecen chicas de 40 porque su actitud es tremendamente joven, no sólo por su físico.
- Guardar los recuerdos: las fotos, las canciones, los vídeos y hasta los olores nos trasladan a épocas pasadas. Recordar los buenos y los malos momentos es necesario lo que no debemos es permanecer anclados en ellos, sino avanzar y disfrutar del camino.
- La edad está en nuestra cabeza: si tenemos una buena salud, lo demás no importa tanto y si la salud es un poco débil, siempre podemos ser optimistas. La edad es sólo un número que está grabado en nuestro DNI, después, la realidad es que cada uno aparentamos la edad de nuestra forma de vida, de nuestras ganas de disfrutar y de nuestra forma de ser y de pensar, etc. y los años, para eso, importan poco.
- Amar de forma incondicional: enamorarnos sin límites, no importa si una o diez veces, pero hacerlo cada vez como si esa fuera la definitiva. Amar a nuestros amigos, a nuestros hijos, a nuestro marido y a nuestra mascota porque no hay una forma más generosa de disfrutar la vida.
- Perdonar: la vida no tiene ningún sentido cuando perdemos el tiempo en llevarnos mal con alguien o le guardamos rencor por algo que nos ha hecho.
- Sonreír: es la mejor medicina para ser felices, además de una gimnasia excelente para todos los músculos de nuestra cara.
- No tener miedo: que nada nos paralice, pedir ayuda, luchar por nuestros sueños.