10 usos sorprendentes del bicarbonato

¿Quién no ha utilizado alguna vez el bicarbonato de sodio cuando se encontraba mal del estómago o para limpiar la plata? Lo que muchos no sabíamos es que este producto, que podemos encontrar fácilmente en cualquier supermercado, además de ser barato tiene infinidad de usos para la higiene personal, la limpieza del hogar, los malos olores, como insecticida o, simplemente para cuidar nuestra salud. Aquí te contamos algunas de sus utilidades:

  1. Higiene bucal: en este caso sirve de 3 en 1, ya que si lo utilizamos después de lavarnos los dientes tendrá un efecto blanqueador que podremos notar en pocos días, gracias a sus granulitos elimina perfectamente la suciedad de la boca y, si además, lo dejamos actuar también en la lengua es un remedio muy útil contra el mal aliento. Para la limpieza de las prótesis dentales basta con mezclar un poco de bicarbonato en un vaso de agua tibia e introducir ahí la dentadura. Pasadas unas horas estará perfecta.
  2. Elimina el olor a sudor: si se nos ha acabado el gel y necesitamos una ducha con urgencia, el bicarbonato es nuestro mejor aliado ya que además de actuar como exfoliante para la piel, elimina los malos olores.
  3. Como suavizante de pelo y para aquellos que tienen caspa: añadir un puñado de bicarbonato de sodio en la mano y utilizarlo como si fuera un champú nos ayudará a desenredar a la vez que elimina las pieles muertas de nuestro cuero cabelludo.
  4. Exfoliante de la cara: igual que el azúcar o la sal, que hemos comentado en artículos anteriores, el bicarbonato de sodio es un excelente producto para tener un cutis perfecto. Sólo es necesario mezclar un poquito con agua tibia y extendérnoslo por la cara haciendo suaves movimientos circulares. Una vez que hayamos limpiado bien la cara con este ungüento, procederemos a aclararla con agua abundante y la secaremos con una toalla. El resultado es inmediato, la textura de nuestra piel será suave y tersa.
  5. Suavizante para la ropa: si se nos ha acabado el suavizante para la ropa, podemos sustituirlo por bicarbonato, lo único que tenemos que hacer es añadir unos 4 vasitos en la cubeta de la lavadora en el momento exacto nuestra ropa estará más suave que nunca.
  6. Desatascador de tuberías: para asegurarnos un buen resultado, lo primero es verter un vaso de bicarbonato en el desagüe y dejarlo unos minutos, después añadiremos dos vasos de agua muy caliente y esperaremos un par de minutos, más tarde repetiremos esto pero sustituiremos el agua caliente por un vaso de vino blanco y lo dejaremos actuar unos 15 minutos. Si una vez transcurrido este tiempo el lavabo, el fregadero o la bañera siguen atascados podremos repetir este proceso hasta conseguir nuestro objetivo.
  7. Elimina los malos olores del frigorífico: la mezcla de alimentos hacen que, en ocasiones, nuestro frigorífico despida un olor que muchas veces ni siquiera sale limpiándolo a fondo, por eso, para prevenir, el truco está en colocar un vaso de bicarbonato en la nevera y éste absorberá los malos olores y evitará que abrir la nevera sea insoportable.
  8. Quita el olor de los zapatos: el calzado cerrado y sobre todo el deportivo cumula, muchas veces olor, debido en gran parte a la sudoración del pie. Si esto nos ocurre, lo mejor es espolvorear un puñado de bicarbonato en el interior del zapato y dejarlo actuar toda la noche. A la mañana siguiente, debemos acordarnos de vaciar el calzado ya que si no parecerá que tenemos arenilla en su interior y estaremos incómodos, pero podremos observar que el olor ha desaparecido.
  9. Como insecticida: ahora en verano hay más insectos que en otras estaciones. Si no tenemos otro remedio mejor debemos tener en cuenta que la mezcla de agua con bicarbonato de sodio bien agitada en un recipiente tiene el mismo efecto para los bichos que cualquier compuesto químico elaborado. Lo ideal es tenerlo en una botella con un difusor.
  10. Alivia el cansancio de pies: después de todo el día sin parar es muy normal que notemos los pies cansados. Para mejorar la circulación sanguínea lo idóneo es mojar nuestras piernas con agua fría y caliente de forma alterna. Después llenaremos un recipiente con agua tibia e introduciremos en ella un buen puñado de bicarbonato de sodio. Meteremos los pies en esa disolución hasta que el agua se enfríe. La sensación será maravillosa y el efecto descanso será inmediato.

Foto: Google Imágenes

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