Viaje a Kenia

No soy una gran narradora, pero he cumplido 60 años y el regalo de mi esposo ha sido viaje a Kenia y creo que vale la pena arriesgarme a describir todo lo que visto y sentido en este viaje.Empezó mal, cuatro horas de retraso, perdimos la conexion con Nairobi, tuvimos que dormir en Amsterdam y fue un poco desastroso.

Llegamos por fin y emprendimos el safari, fotográfico desde luego. Llegamos a un parque nacional, Amboseli, y aquí empezaron las maravillas: elefantes, ñus, cebras, jirafas, rinocerontes y yo alucinando de tenerlos tan cerca, pero lo increíble fue la montañana del Kilimanjaro, estaba algo nublado y no se veía la cima, pero a las seis de la tarde cuando empezó a ponerse el sol se despejo y nunca me he sentido tan pequeña, un silencio vivo, una montaña azul con reflejos de sol y una cima blanca de nieve, fue algo increíble estábamos las dos parejas que íbamos calladitos, calladitos, incapaces de hacer otra cosa que no fuese mirar.

Continuamos viaje y llegamos al valle del Rift, primero visitamos otro parque que era selva total con unas gamas de verde incontables y unas cascadas de un río que nunca esta seco con flores de unos colores deliciosos y unos murmullos de agua tan suaves que sólo apetecía estar apoyados en las barandillas y escuchar.

Visitamos otro parque con un lago de agua casi salada, al llegar solo se ve un manto rosa y cuando te acercas descubres que son flamencos, hasta donde te alcanza la vista y con un ruido ensordecedor pero que como no lo conoces te parece extraordinario.

Así contaría hasta no acabar, leones, guepardos, una naturaleza exuberante, unos entornos muy logrados para no afectar para nada esta naturaleza, sabéis si yo tuviera que elegir una maravilla del mundo la primera sería la selva, la sabana, todo lo que rodea a estos animales y las acacias, me han dejado enamorada son increiblemente esbeltas, finas, otras, brillantes, me fascinaron quizá porque nunca había visto ninguna.

Y llegamos al final de viaje que fue visitar a los Masai en el parque de Masai-Mara. Aquí si que no encuentro palabras, pensaba yo que estarían comercializados, por la cantidad de visitas que reciben, de entrada te hacen pagar una cantidad de dinero, para ellos una fortuna, para nosotros una nimiedad. Se consideran las personas mas felices del mundo, no tienen mas fortuna que sus animales, su familia y sus amigos. Son tremendamente familiares, los niños muy alimentados, el jefe de la tribu suele enviar a la escuela a alguno de sus hijos, tiene cinco o seis esposas, y éstas con sus hijos, las parejas de sus hijos y sus nietos son los que forman la tribu o agrupacion y con los animales por supuesto. No son violentos, se visitan entre tribus buscan esposa en las tribus cercanas, son relajados, sin prisas, se ayudan entre familias y un sinfín de cosas más dignas de admiracion.

Aquí se acabó el viaje, al llegar a casa sacamos nuestras conclusiones de la experiencia positivas todas, las personas, la forma de vivir, procurar no molestar al vecino, ayudarse lo que se pueda, saludar a todo el mundo porque todo el mundo merece nuestra atencion, y pensar que si todos fuesemos un poco Masais otra cosa sería el mundo en que vivimos.

Un saludo para toda la familia de Mayormente.

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