Viajar en familia

Después de un año de intenso trabajo, padres y abuelos ya tienen cada vez más cerca su merecido descanso: las vacaciones de verano. Sin embargo, cuando se plantea el tema de viajar con niños es inevitable que a todos nos entre un poco de vértigo ante la idea de organizar y coordinar todo para evitar contratiempos. El primer paso para conseguirlo es asumir que los pequeños no tienen porqué ser un obstáculo y que, de hecho, la convivencia intergeneracional es algo muy beneficioso para todos; hay que relajarse y pensar en lo maravilloso que va a ser ver el asombro de los más pequeños ante cualquier mínima novedad.

A la hora de hacer las maletas es conveniente tomárselo con calma; si los niños ya son mayores, es una buena idea fomentar su independencia ofreciéndoles cierta libertad a la hora de hacer sus bolsas de viaje; si son pequeños, lo más indicado es plantearlo como un juego.

En nuestras maletas no debe faltar la documentación de toda la familia, prestando especial atención a las tarjetas médicas y el documento identificativo pertinente (libro de familia o DNI). Para hacer el viaje más ameno y entretener a los chicos en el lugar de destino, tampoco hay que olvidar llevar algún juguete: ese peluche inseparable para el más pequeño, pinturas para fomentar la creatividad o algún juego de mesa que anime el ambiente familiar invitando a la participación. Del mismo modo, sería muy adecuado que lleváramos libros y algún cuadernillo escolar para que, también en vacaciones, los niños puedan seguir creciendo en sabiduría y cultura.

En cuanto al tema de la ropa, no hay que darle muchas vueltas; dependerá de la temperatura del lugar donde viajemos. En cualquier caso, los gorros y los protectores solares no deberían faltar en nuestras maletas, como tampoco una buena mosquitera.

Un imprescindible es el botiquín: hay llevar las medicinas que los pequeños puedan necesitar regularmente; así como tiritas, vendas, suero, desinfectante, analgésicos, un termómetro y alcohol. Otros imprescindibles del viaje son las mantitas, los pañuelos de papel, las bolsas de plástico para eventualidades o llevar los teléfonos de emergencia de lugares cercanos a donde vayamos a pasar vuestras vacaciones (pueden guardarse en el listado del móvil).

Como veis, en realidad no es nada difícil; sólo hay que preparar las cosas con un poco más de tiempo, hacer las cosas con ilusión y pensar en las necesidades de todos los miembros de la familia.

 

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