Vancouver Olímpica

Pese a encontrarse un poco apartada de los principales centros mundiales de influencia y de cualquier otra gran urbe, Vancouver no es nueva en la organización de eventos y su fama de eficiente, limpia y acogedora la pusieron en el mapa de encuentros y conferencias internacionales ya en la década de los setenta.

Pero su condición de primer centro metropolitano de un territorio todavía tan virgen como es el estado de la Columbia Británica le ha permitido conservar un entorno a la vez cosmopolita y respetuoso con el medio ambiente, vivo pero no exasperado. Enriquecida por la industria maderera, por su impresionante puerto natural y por otros negocios secundarios más glamourosos, como el de la producción cinematográfica canadiense, ha sido también receptora de una enorme masa de forasteros venidos de todos los puntos de la tierra, al punto que uno de los atractivos que siempre se citan al hablar de ella es la posibilidad de  pasear, comprar o comer en barrios y establecimientos chinos, punjabis, italianos o griegos, entre tantos otros. Además, un clima suavizado por la acción del mar, aunque eso sí muy lluvioso, unido a las altas tasas de ocupación, recursos por habitante y etc. llevan años situándola en el podio de ciudades más habitables del mundo

No obstante, parte de su encanto dimana de su situación excepcional. Se dice que en un mismo día uno puede esquiar y escalar en los vecinos montes Whistler y navegar entre las islas que median entre la península donde se emplaza y la isla de Victoria. Además, en su mismo centro urbano cuenta con uno de los parques urbanos más grandes de América, el Stanley, y goza de una animada vida cultural, con multitud de teatros, cines, locales de copas y recintos deportivos.
Pero no hay que olvidar que tras muchos años de expolio y postergación, la British Columbia trata ahora de reconciliarse con el legado de los primeros pobladores aborígenes de la zona, y que en su perímetro uno puede seguir su rastro, ya sea en el espectacular Museo Arqueológico, mediante la visita a los muchos tótems diseminados por toda la ciudad o incluso asistiendo a algunos de los actos culturales que celebra su activa y numerosa comunidad.

Son solo algunas de las incitaciones que pueden encontrar quienes en ocasión de los Juegos Olímpicos, o quizás atraídos por lo que en ellas se muestre, decidan acercarse a Vancouver en los próximos tiempos. Pero como este espacio nuestro de sugerencias apenas alcanza para ofrecer unas pistas, recomendamos a todos los interesados que no dejen de visitar algunas de las estupendas páginas de las que la provincia y el municipio disponen para difundir su información turística: aquí y aquí.

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