Ya los celtas fueron capaces de destilar la cebada y el centeno, obteniendo en aquel entonces un brebaje con el que combatir los fríos inviernos. Pero fue en 1494 cuando un fraile, Juan Cor, destiló whisky por primera vez en Escocia, introduciéndolo entre el pueblo como medicina y como antídoto contra la pena, por lo que comenzó a beberse en grandes cantidades en los funerales, e incluso en los siglos XVII y XVIII se llegó a utilizar para conservar los cuerpos a diseccionar.
Pero el whisky no es sólo historia, es también presente, como lo demuestra la existencia de un amplio abanico de destilerías a través de las cuales se pueden recorrer 4 grandes regiones de Escocia: Highlands, Lowlands, Islay y Campbeltown.
La mayoría de las destilerías se encuentran a la orilla del río Spey, hacia el norte de la región de Aberdeen, cerca de los montes Grampianos. Siguiendo la senda que va de Benromach a Dallas Dhu, es posible recorrer los cinco siglos de tradición en la elaboración de whisky. A través del trayecto de Glen Moray a Strathisla se podrá conocer el lugar de origen del Chivas Regal, las destilerías de los Chivas Brothers, junto a las de Glenlivet,Aberlour y Strathisla, y descubrir el increíble trabajo de tonelería que se realiza en la de Speyside o en destilerías como Glen Grant, esta última, una de las ‘pocas’ (no llegan al centenar) en las que se produce whisky de malta desde hace 170 años, y que a pesar de contar con unas instalaciones llenas de encanto y preparadas para ser visitadas, no ha sucumbido a los imperativos de las modas, como en el caso de algunas bodegas de vino. Precisamente entre sus últimas creaciones se encuentra el Grant 170 Aniversario (no disponible aún en España), un ‘single malt’ elaborado a partir de un maridaje con las reservas favoritas de 976 hasta 1999 de Dennis Malcolm, maestro destilador de la casa desde hace 50 años. Pero esta es sólo una muestra de la oferta de destilerías a las que se puede acudir para deleitarse con un buen trago en un entorno privilegiado.
Jardines de la destilería de Glen Grant
Si disfrutar de un buen whisky de malta no es suficiente aliciente, tal vez sí lo sea el hecho de disfrutar de los paisajes escoceses de estos recorridos que pueden hacerse en el propio vehículo o en transporte público. Además, según la época del año, se puede coincidir con alguna de las celebraciones locales relacionadas con este licor, como el Speyside Whisky Festival que tiene lugar cada primavera. Y si no, siempre podrá comer un buen haggis, eso sí, sin preguntar antes cómo está cocinado.
